la rioja
Lunes, 13 de junio 2022, 12:11
La Dirección General de Tráfico (DGT) publicó en su revista en qué consiste un control de alcoholemia y cómo se mide este parámetro. Lo más recomendable es conducir sin haber consumido ningún tipo de bebida alcohólica. La DGT quiere que los conductores entiendan en ... qué consiste este tipo de prueba.
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En los controles de carretera se mide la alcoholemia del conductor, es decir, la cantidad de alcohol que hay en sangre. Esta prueba se realiza a través de aire espirado, ya que su equivalencia con el alcohol en sangre está científicamente probada. El alcohol que hay en alguna bebida, a través del aparato digestivo, pasa a la sangre y llega a todo el sistema nervioso central, lo que puede afectar a la capacidad para conducir.
El grado de alcoholemia depende de la cantidad de alcohol puro que se haya ingerido y el volumen de bebida alcohólica ingerida, del peso y el sexo del consumidor. Las tasa máxima de alcohol permitida para conducir es de 0,25 mg/l, para conductores en general, y de 0,15 mg/l, para profesionales y conductores noveles.
Para calcular el alcohol puro bebido se debe multiplicar la graduación de la bebida usada (un número seguido del cero de grados 'º' que aparece en la etiqueta de la bebida) por la cantidad ingerida (en centímetros cúbicos o mililitros y por 0'8 (densidad del alcohol) dividido por 100.
El grado de alcoholemia se calcula al dividir los gramos de alcohol puro ingeridos por el peso en kilos del consumidor multiplicado por 0,7 (0,6 en las mujeres cuya tolerancia al alcohol es menor).
Según la DGT, los efectos aparecen desde el primer momento, incluso con tasas inferiores a las permitidas para conducir. Así, desde 0,2 y hasta 0,5 (se alcanza con 2 cañas y dos vinos) ya se incrementa el tiempo de reacción, comienzan los problemas de coordinación y se subestima la velocidad. Al superar 0,5 gr/l de alcoholemia, comienzan los problemas de visión y por encima de 0,8 pueden darse graves problemas de atención y coordinación y somnolencia.
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A partir de 1,2 gr/l de tasa de alcohol en sangre (0,6 en aire espirado), la conducción se considera delito, penado con entre 3 y 6 meses de prisión. El cuerpo (el hígado, especialmente) metaboliza el alcohol despacio, según características individuales (peso, enfermedades, medicación...) tarda horas en eliminarlo.
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