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Rita, Bob y Marley son hermanos, cachorros y fans del reggae. «Cuando escuchan este estilo de música se quedan fritos», dice Javier González, uno de los fundadores de The Doger Café, la primera cafetería con perros en adopción de España. «En cambio, un día probamos con heavy metal y no te puedes imaginar la que se lió», añade entre risas.
Amantes de la música y de jugar a todas horas, este trío perruno nació en una camada indeseada y ahora esperan a ser adoptados por sus futuros dueños en este pequeño local del barrio de Vallecas de Madrid.
The Doger es una cafetería fuera de lo común en la que, si entras a tomarte un café, corres el riesgo de salir con un nuevo compañero de piso de cuatro patas. Sus creadores, Javier González y Roberto Aláez, se dieron cuenta de que «había un gran vacío» en el sector de los animales de compañía y se propusieron crear una especie de «Apple para las mascotas», es decir, un lugar de referencia con soluciones de confianza para los dueños de mascotas.
En 2018, en España fueron abandonados 138.000 animales, según datos del partido animalista Pacma. The Doger Café nació con el propósito de hacer frente a esta problemática, sirviendo de puente entre las protectoras y los potenciales dueños. En diciembre hicieron una apertura de prueba que fue todo un éxito y en enero abrieron sus puertas de forma oficial.
Actualmente colaboran con hasta 20 protectoras, aunque es solo de cinco de ellas de las que sacan los cachorros. «A las protectoras les hacemos un favor acogiendo a estos pequeños porque son los más vulnerables, es fácil que mueran de pena por falta de contacto y, además, también son más caros de mantener», explica el dueño. Por otro lado, destaca que acaban de empezar y que el local aún no está preparado para traer muchos animales –máximo de tres en tres-, ni perros adultos.
Para estar con los cachorros es necesario reservar a través de la web, algo cada vez más complicado por la gran demanda que están teniendo. «Ahora mismo es más fácil ir a ver el musical del Rey León que venir a The Dogger Café, tenemos todo completo en reservas hasta junio», bromea el emprendedor, que destaca que el local además es 'pet-friendly'.
Aunque la entrada es gratuita, la consumición es obligatoria y se utiliza para hacer frente a las necesidades de los animales. Aunque aún no tienen una carta fija, por ahora toda la comida que ofrecen es vegetariana y la cerveza artesanal. «Queríamos hacer un guiño a los perros. Así, las cervezas de mayor graduación son la Husky, la Pastor Alemán, la San Bernardo y la Samoyedo –que es sin gluten- y la de menos la Yorkshire», explica.
Otras normas son: lavarse las manos con gel desinfectante antes de estar con los cachorros, no darles de comer, no pasar más de 30 minutos con ellos dentro del recinto acotado, y que los menores estén supervisados por un adulto. Los perros están perfectamente documentados y desparasitados y pasan revisiones veterinarias periódicas.
El éxito tan vertiginoso que han alcanzado en tan poco tiempo les ha animado a buscar nuevos locales para expandir el proyecto. Próximamente tienen previsto abrir otra franquicia en Barcelona, en un local cuatro veces más grande que el de Madrid. También quieren ampliar el local madrileño con una terraza y están manteniendo conversaciones para abrir futuros The Doger en León, Tarragona, Valencia y Jerez de la Frontera. «Nuestro objetivo es que haya un The Doger Café en cada provincia de España», concluye el emprendedor.
Si tras el primer contacto surge el amor, el proceso de adopción consta de cuatro partes:
1) Cualquier persona interesada deberá rellenar un formulario online incluyendo sus datos y señalando el perro que le interesa adoptar.
2) The Dogger Café, junto con la protectora que ha cedido el perro en cuestión, realizará una revisión de los perfiles de los potenciales dueños.
3) Se organizará una entrevista en The Doger Café con aquellas personas cuyos perfiles hayan pasado el filtro y se les dará asimismo una charla informativa sobre la adopción.
4) Si todo va bien, finalmente se realizará la adopción.
El proceso de la adopción no es inmediato con el objetivo de eliminar el efecto flechazo que muchas veces lleva a arrepentirse y a abandonar al perro.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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