Flamencos en el Delta del Ebro, en la región mediterránea. Toni Duran-Shutterstock

Las aves acuáticas prefieren los humedales del norte ante el deterioro de los del sur

El 54% de las especies analizadas por SEO/BirdLife han perdido ejemplares, sobre todo en Doñana, la Albufera de Valencia y el Delta del Ebro

J. A. G.

Viernes, 31 de enero 2025, 17:20

Las aves acuáticas prefieren los humedales del norte peninsular ante el deterioro y un peor estado de conservación de los del sur, según el informe de SEO/BirdLife 'Humedales ante un futuro incierto', que recoge que el 76% de este tipo de hábitats presentan un estado de conservación desfavorable, particularmente los ubicados en las regiones mediterránea (89%) y alpina (80%). Se trata de un porcentaje muy elevado si se considera que en la Unión Europea esta cifra se rebaja hasta el 60%. El documento ha sido presentado este viernes por SEO/BirdLife con motivo de la celebración este domingo 2 de febrero del Día Mundial de los Humedales, una fecha en torno a la cual la ONG despliega un catálogo de actividades divulgativas.

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De las 67 especies de aves analizadas vinculadas a estos ambientes, 36 han experimentado un descenso poblacional, el 54% de total, lo que pone de manifiesto un declive de las poblaciones de aves acuáticas invernantes en nuestro país en los últimos años.

En los tres humedales más importantes, Doñana, Delta del Ebro y Albufera de Valencia (todos ubicados en la región Mediterránea), que albergan casi el 40% de las poblaciones de aves acuáticas invernantes, se observa que las tendencias de los últimos años son negativas. Llama la atención el descenso en especies comunes y abundantes como el ánsar común, la focha común, la gallineta común, el ánade azulón o la garcilla bueyera.

Los humedales de Doñana, según la organización ambientalista, están sufriendo un grave deterioro a causa de la sobreexplotación agrícola agravada por la sequía. «La avifauna no es ajena a esta dinámica y las tendencias poblacionales de aves acuáticas migratorias reflejan el deterioro extremo que sufre Doñana, como indica el resultado de los censos desarrollados en enero de 2024, que con 122.196 ejemplares supone la peor invernada de la historia del parque nacional», advierte el documento de SEO/BirdLife.

En el caso del Delta del Ebro, aunque este humedal sigue siendo un refugio clave, a corto plazo se observa también que las poblaciones de anátidas y fochas, que alcanzaban cifras elevadas, han experimentado una disminución significativa en sus números.

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Por último, la Albufera de Valencia acoge en invierno una impresionante diversidad de aves acuáticas, con poblaciones de anátidas invernantes entre los 20.000 y 40.000 ejemplares al año. «Sin embargo, las poblaciones de aves acuáticas invernantes presentan también una tendencia negativa en los últimos años», señala SEO/BirdLife.

«Compromisos adquiridos»

Para revertir este proceso de deterioro de humedales y la disminución de su avifauna asociada, SEO/BirdLife reclama que las Administraciones apliquen «los compromisos adquiridos» en el Plan Estratégico de Humedales a 2030, especialmente en aquellos que más lo necesitan como las lagunas de La Janda (Cádiz), que con más de 7.000 hectáreas llegó a ser la más extensa de la Península, y la laguna de Antela (Ourense) con 3.600 hectáreas originariamente, entre otros.

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«Necesitamos una acción urgente para salvar los humedales. Los resultados del informe permiten tener un diagnóstico fidedigno y global del estado de estos ecosistemas. Nos quedan cinco años para salvar los humedales y recuperar la funcionalidad ecológica de estos espacios», advierte Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

Igualmente, la ONG viene solicitando al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) que las lagunas costeras, un hábitat de interés comunitario prioritario, sean declaradas primer hábitat en peligro de desaparición en España, y se incluyan en el Catálogo Español de Hábitats en Peligro de Desaparición, que todavía está pendiente de crearse por parte del Miteco. Se trata de un ecosistema que se incluye, entre otros humedales, en el Mar Menor, en la Albufera de Valencia, en Doñana, en la laguna de Maspalomas, en el prat de Cabanes-Torreblanca o en la albufera de Adra.

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