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Marco Alonso
Martes, 19 de noviembre 2024, 09:22
«Ha entrado un hombre mientras yo estaba recepcionando un pedido y me ha gritado 'hijo de puta, esto es un atraco'. Luego, ha ido hacia la caja y al ordenador y, como no ha podido coger nada, ha salido corriendo después de dar un ... par de patadas a los expositores». De esta manera relata el farmacéutico de la farmacia del número 30 de Nicolás Salmerón de Valladolid lo que ha vivido en torno a las 13:00 horas, cuando un hombre ha intentado atracar el establecimiento en el que trabaja a pecho descubierto «sin armas, ni nada».
Una vez que el atracador salió de la farmacia sin ningún botín en el bolsillo, un cliente que trataba de acceder al local le inmovilizó hasta que llegó la Policía Nacional para proceder a su detención. En los escasos cinco minutos que tardaron en llegar los agentes, el asaltante aseguró a los presentes que su robo respondía a un único objetivo, que nada tenía que ver con robar la recaudación de la farmacia, tal y como desvela el farmacéutico. «Nos ha dicho que lo había intentado en otras farmacias antes y que lo único que quería era regresar a prisión», relata el trabajador asaltado.
Fuentes de la Policía Nacional corroboran que el detenido manifestó a los agentes que su deseo era regresar a la cárcel y señalan que el hombre «cuenta con problemas mentales y que tenía un brote psicótico fuerte». Mientras, desde la farmacia se muestran incluso empáticos con la situación por la que puede estar atravesando el asaltante. «Es muy triste que haya gente que llegue a estos extremos», concluyen.
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