Asunción Ruiz (Madrid, 56 años) es una amante de las aves y vela por su protección y conservación desde su cargo de directora de la Sociedad Española de Ornitología BirdLife. Desde que estaba en la universidad, estudiando Biología, supo que le hacía falta más terreno ... y se lanzó al trabajo de campo. Su labor en la ONG se inicia muy temprano y termina muy tarde porque tiene claro que hay que trabajar mucho para que se produzca el cambio que la sociedad necesita. Su pasión por los pájaros solo tiene una respuesta: en la historia de la humanidad, quién no ha envidiado la capacidad de vuelo.
Lunes
06:00 horas. Me gusta levantarme pronto. Justo antes de entrar a la ducha, disfruto de mi primer café (son tres al día). Vivo con mi pareja desde el 89, era mi compañero de curso, así que compartimos gustos similares. Es una suerte. También están mis hijos, una joven de 27 años y un chico de 19. Ahora ya no podemos compartir como antes, cada uno va a lo suyo como corresponde con sus edades.
08:00 horas. Lo mío, en principio, es salir a primera hora con Polo, un border collie muy mono. Durante el paseo, dedico al menos 30 minutos para reflexionar. El ser humano necesita desconectarse para que la creatividad fluya.
09:00 horas. Empiezo mi trabajo con el impulso del segundo café mientras reviso la agenda del día. Como directora de la organización tienes que estar pendiente de todo. Es una gran responsabilidad que manejo desde hace una década. No hay tiempo para el aburrimiento porque siempre estás haciendo algo.
Martes
11:00 horas. Comienzo con una reunión con mis compañeros, sigue el encuentro con los socios, luego la revisión de las campañas o programas que tenemos preparadas para el día o la semana y regreso a las reuniones.
12:00 horas. Todos los días son muy intensos y variados. El verano y las olas de calor han hecho que las jornadas sea aún más agitadas. Estamos alerta a cualquier evento que coloque en riesgo a las aves. El gran grito social es: ni un grado más de temperatura, ni una especie menos, o seremos nosotros finalmente los extinguidos.
14:30 horas. Se podría decir que tengo una dieta mediterránea. Pero en mi mesa solo se admiten alimentos de producción sostenible. Podemos salvar al planeta con el tenedor. La carne que consumo es de ganadería extensiva de una empresa de economía solidaria de Asturias. También me alimento con pollo y pavo, pero en cantidades muy mínimas.
Miércoles
15:45 horas. El tercer café del día es después de la comida. Mi trabajo es apasionante, va más allá de un capricho naturalista. El estudio de la conservación de las aves también enseña cómo salvarnos. Siento que estoy ahora mismo en la máxima juventud y plenitud porque sigo teniendo ganas de cambiar el mundo. Los retos de esta sociedad ahora son ambientales.
17:30 horas. Viajo mucho por España durante todo el año. Conozco casi todos los rincones del país. Los lugares que más me gustan son Cabo de gata en Almería y Menorca.
20:00 horas. Todos los días corro sola y por la noche. La carrera es de 3 a 5 kilómetros. Es una manera de resetear y caer en la cama realmente cansada. Cuando tienes mucha tensión o trabajo mental es difícil desconectar si no es mediante el agotamiento físico. Necesito sobre todo disfrutar un poco de aire libre antes de dormir.
«La mejor medicina para los problemas, que colocan a la salud física y mental entre las cuerdas, es un baño de naturaleza»
Jueves
21:30 horas. No hablo de aves con mi familia o con mis amigos. Mis problemas del trabajo no entran a mi casa. A veces escuchamos los cantos nocturnos, es alucinante, pero solo con el ánimo de disfrutar.
22:00 horas. No me gusta ver series porque me engancho. Me conozco y sé que no podría dormir hasta terminar los capítulos, así que lo evito. Ahora estoy releyendo un libro de Ángel González, pero no recuerdo el nombre. Me pasa también con las películas, me quedo con la esencia que me transmiten y no con el título.
Viernes
09:45 horas. Siempre se nos ha visto a los ecologistas como personas raras, pero las aves nos dan pistas de lo que hay que hacer para adaptarnos a los efectos de los cambios climáticos. Mi favorita es la pardela balear porque España tiene toda la responsabilidad de su conservación al ser exclusiva de esta zona. Otra especie muy importante es el gorrión porque está desapareciendo. Hace años el objetivo era conservar especies emblemáticas, pero la pérdida de biodiversidad es tan grave que lo común también debe preservarse.
16:00 horas. Soy aficionada al baile. He bailado flamenco toda mi vida. Tomar clases requiere establecer un horario y mi agenda laboral no me deja. Así que suelo asistir a cursillos intensivos.
Sábado
19:00 horas. Soy muy «manitas». Tengo muchos hobbies. Me encanta pintar, coser, hago de todo. Mi más reciente proyecto: darle una segunda vida a la mecedora de mi bisabuela. Ha quedado bien, muy pintona.
20:45 horas. Me gusta ir al teatro porque el cine lo acabas viendo en la TV.
Domingo
06:30 horas. Siempre me despierto temprano. Tomar el café número uno viendo el amanecer y disfrutando de los primeros cantos de los pájaros es un lujo. Aunque no se puede todos los días porque hay que dormir.
14:00 horas. Voy a mi casa de campo al noreste de Madrid. Ahora que estamos experimentando muchos problemas, que colocan a la salud física y mental contra las cuerdas, la mejor medicina es un baño de naturaleza. Suelo ir con mi pareja. Yo agarro mis pinceles, acuarelas o mi máquina de coser y nos vamos. Lo último que he pintado ha sido un desierto (soy una forofa de los ambientes desérticos).
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