Arte contra el hambre

Veinticuatro artistas internacionales, de cantantes a poetas, pasando por grafiteros, ilustradores, pintores, fotógrafos o premios Nobel, han juntado su energía y creatividad para ayudar a financiar el trabajo de Acción Contra el Hambre. La ONG lucha en 50 países para salvar a niños y niñas desnutridos, facilitándoles agua segura, alimentos, formación y cuidados básicos de salud, pero no se olvida del tercer mundo que también habita en las ciudades españolas, donde 11,8 millones de personas, la cuarta parte de nuestros vecinos, viven a un paso de sumirse en la pobreza y la exclusión.

El resultado de esta suma altruista de fuerzas es la 'vajilla solidaria', una obra original y única en porcelana, fabricada en España por La Cartuja de Sevilla a partir de los diseños y piezas literarias realizadas ex profeso para el proyecto contra el hambre por estos creadores. Cada uno ha aportado la ilustración o el texto, o ambos, para 24 platos (hondos, llanos, de postre y de café) y seis tazas, 30 piezas en total, que la ONG vende en la web (www.vajillacontraelhambre.org) por 605 euros, con entrega a domicilio.

La firma de Vargas Llosa rubrica la dedicatoria-llamamiento de uno de los platos de porcelana, totalmente distinto, pero complementario al 'corazón partío' aportado por Alejandro Sanz, que acompaña el dibujo del fragmento del estribillo que pregunta «para qué me curaste cuando estaba 'herío'».

La colección es variopinta y ecléctica y refleja con toda clase de técnicas artísticas denuncias, recuerdos, símbolos, críticas, metáforas o deseos. Desde platos o tazas con las fotografías de Ale Burset, Rocío Aguirre o Eugenio Recuenco a las pinturas de Carlos Salas, Álex de Marcos, Pichiavo y Andreche, los poemas de Sara Búho y La Benito o los dibujos y canciones de Youtel Romero y Beatriz Luengo. Destaca una taza con grafiti y firma de El Rey de la Ruina y trabajos de ilustradores como El Dios de los Tres, K2Man, El Chico Llama, Abe the Ape o Naranjalidad, entre otros.

«Creo que todos vivimos nuestro día a día con el corazón partío, somos testigos de un mundo que necesita constante ayuda humanitaria. Este plato –en referencia a su pieza– representa de alguna manera la labor que hacen miles de personas para intentar 'curar' esta desigualdad. Porque sanar estos corazones...es tarea de todos», argumenta Alejandro Sanz, como explicación a qué le motivó para aceptar la propuesta de Acción Contra el Hambre.