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David Gozález
Vitoria
Jueves, 26 de octubre 2023, 21:02
La Audiencia de Álava ha condenado a un global de 20 años y cinco meses de prisión a un hombre por vejar, maltratar psicológicamente, golpear y agredir sexualmente a su pareja sentimental y madre de sus dos hijos. Este hombre, un conocido miembro de la ... mezquita salafista de Vitoria encargado de leer las jutbas (oraciones), permanece en prisión preventiva desde los hechos, ocurridos en septiembre de 2021 en la capital del País Vasco.
En el Palacio de Justicia y en la Ertzaintza, cuerpo que le detuvo hace un par de años, aún recuerdan con horror aquel episodio. Este hombre de 39 años «desfiguró el rostro a su esposa a base de puñetazos» debido a que ella quería separarse y mantuvo una relación extramatrimonial. Además la golpeó por el resto del cuerpo, le hizo cortes con un cuchillo y la amenazó de muerte. No contento con ello, la agredió sexualmente hasta tres veces en el espacio de cinco horas. Todo ello con la televisión a todo volumen para que evitar que los vecinos del bloque escucharan los gritos.
Entre las exigencias para detener el martirio le exigió que cambiara de número de teléfono móvil y que se vistiera de manera más recatada. Algo a lo que la mujer accedió como única forma de acabar con semejante castigo. Por la mañana, la obligó a presentarse en Urgencias del hospital Txagorritxu y alegar que había sido víctima de un robo.
Así lo hizo. La falsa coartada se vino abajo cuando una amiga de la joven le animó a denunciar. Ese gesto de valentía sirvió para sacar a la luz este grave caso de violencia de género. Ya por aquel entonces, la solidez en el relato de la víctima, una joven convertida al Islam, llevó al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria a decretar el ingreso preventivo del sospechoso hasta el juicio, celebrado hace veinte días.
Es decir, ha permanecido algo más de dos años entre rejas a la espera de pasar por la Audiencia Provincial de Álava. Por cierto, pese a llevar empadronado en la capital alavesa desde el verano de 2008, se encuentra «en situación irregular». Es decir, en el juzgado se temían que «pudiera desaparecer con sus dos hijas menores».
El fallo de los magistrados Jesús Poncela, Francisco García Romo y Elena Cabero destaca que, desde el inicio de la relación, el hombre llevó a cabo un «ejercicio sistemático de violencia en sus distintas manifestaciones física, psicológica y ambiental», estableciendo una situación de dominio sobre ella.
Asimismo, explica la resolución, «era frecuente que le gritara, escupiera y que menoscabara su autoestima, insultándole y criticando su forma de hacer las cosas y socavando su rol de madre, algo que hacía en ocasiones en presencia de sus hijas menores». Este vecino de Vitoria se volvía agresivo en las discusiones y recoge que los hechos que se sucedieron entre el 12 y el 13 de septiembre de 2021, tras conocer que ella mantenía una relación sentimental con otro hombre.
En concreto, argumenta que «con ánimo de menoscabar su integridad física, él adelantó su vuelta a casa de unos días de vacaciones, se «afeitó la barba» y esperó a que ella regresara del trabajo la noche del 12 de septiembre para agredirla dándole puñetazos en la cara e inmovilizarla atada de manos y pies en una silla».
«También le tapó la boca con cinta de embalar y le pinchó en el cuello con un cuchillo mientras le decía que no iba a volver a ver a sus hijas». Así la tuvo durante unas cinco horas. Después la soltó y la agredió sexualmente», detalla la sentencia. Asimismo, subraya que al día siguiente, la llevó al hospital «apercibiéndola que dijera que unos hombres la habían agredido cuando intentaban robarle la bicicleta».
El tribunal considera que en el juicio, celebrado el pasado 9 de octubre, quedó acreditada la agresión que sufrió la mujer entre el 12 y el 13 de septiembre. «La denunciante ha mantenido una declaración persistente, cargada de detalles y corroborada periféricamente por un montón de datos objetivos, entre ellos las lesiones que presentaba en el cuerpo», afirma la Audiencia alavesa.
«En este caso la violencia que se empleó fue extrema, no solo física sino también psíquica, haciendo creer en todo momento a la mujer que la iba a matar y que sus hijas estaban muertas», añade la resolución.
También indica que se ha probado que en la pareja existía una «relación asimétrica», que a lo largo de la convivencia se dio una «situación de dominio y maltrato psicológico por parte del acusado» hacia ella, y que el «culmen a toda la evolución de la relación» entre ambos fue lo sucedido la noche del 12 al 13 de septiembre de 2021.
Así el tribunal condena al hombre como autor de los delitos de maltrato psíquico habitual, vejaciones leves continuadas en el ámbito de la violencia de género, lesiones, detención ilegal, amenazas y agresión sexual. El acusado deberá también indemnizar a la mujer con 30.000 euros por los daños morales y las lesiones causadas, y abonarle 1.974 euros por gastos médicos. Sin embargo, parece complicado que abone un solo euro ya que se ha declarado insolvente.
Esta resolución no es firme y puede recurrirse al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
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