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Ser la persona más joven en conseguir un Premio Nobel, que una mujer gobierne en Alemania, arbitrar un partido de primera división, llegar a comandante de la Guardia Civil... La lista de mujeres que han conseguido determinados reconocimientos, ocupar ciertos puestos o trabajar en lugares ... que, desde hace mucho tiempo, solo han estado asociados ha ido aumentando. Las pioneras del siglo XXI se unen, de esta manera, a aquellas que ya lograron romper barreras, como Clara Campoamor, Rosa Parks o Simone de Beauvoir.
Uno de los nombres más sonados en los últimos años es el de la excanciller, Angela Merkel. Era 22 de noviembre de 2005 cuando se dieron a conocer los resultados de las elecciones generales en Alemania, un día que ha marcado la historia de los germanos. Merkel no solo logró ganar con mayoría absoluta en las urnas y, con ello, llegar a presidenta del Gobierno, sino que también se convirtió en la primera mujer que ocupaba el cargo. Y aunque dejó el puesto hace tres años (en 2021), sigue siendo la única que ha dirigido las políticas del país.
Siguiendo el ejemplo de Merkel, Jacinda Ardern se convirtió en la primera ministra mujer de Nueva Zelanda. Fue en 2017 cuando se alzó con este poder, que mantuvo hasta el año pasado (2023). No es el único mérito que figura en su currículum. En el momento en el que comenzó a ocupar este puesto, se convirtió en la mujer más joven en ser jefa de gobierno. Tenía 37 años en aquel momento y aunque le hubiese gustado mantenerse en el cargo más tiempo, cuando cumplió 43 años decidió dimitir. Alegó, al borde del llanto, que no tenía «suficiente energía para desarrollar» el puesto más tiempo.
María Teresa Fernández de la Vega. Es otra de las mujeres que también ha alcanzado metas que todavía no habían sido conquistadas. El 18 de julio de 2004, durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero en España, se convirtió en la primera vicepresidenta del Gobierno. Pero no son los únicos logros que carga a las espaldas. También llegó a ostentar la dirección de un Consejo de Gobierno, sin ser monarca.
Otros de los hitos que han logrado dentro del poder ejecutivo español se enmarcan dentro de la presidencia del Congreso y del Senado. Y es que hasta hace poco más de 20 años, ninguna mujer había ocupado estos puestos. Fue en el año 2000 cuando Luisa Fernanda Rudi, bajo el mandato de Aznar, se convirtió en la primera en dirigir la Cámara Baja. Por su parte, Esperanza Aguirre cuenta con el mérito de haber encabezado la Cámara Alta antes de convertirse en regidora de la Comunidad de Madrid.
La Unión Europea no ha estado exenta de logros femeninos en lo que va de siglo. Ejemplo de ello es Ursula von der Leyen, que en las últimas elecciones, que se celebraron en julio de 2019, se convirtió en la primera mujer que dirige el Parlamento Europeo. Logró este título después de haber conseguido el primera en ser ministra de Defensa en Alemania, bajo el mandato de Merkel. En los próximos comicios podría volver a ocupar el cargo de presidenta de este alto cargo ya que ha sido elegida por los 'populares' como candidata al puesto.
Saliendo de Europa, también hay mujeres que se han convertido en pioneras del siglo XXI. Elle Johnson-Sirleaf logró convertirse en presidenta Liberia. No solo fue la primera mujer con esta responsabilidad en su país, sino en todo el continente africano. Conseguir este hito en 2009 no fue tarea fácil. Tras el escrutinio de todos los votos tuvo que enfrentarse a las reclamaciones que hizo su contrincante, George Weah, que defendía que las elecciones habían sido amañadas. Sin embargo, todas sus objeciones furon rechazadas por la justicia, por lo que en noviembre de ese año fue proclamada líder del país.
Las mujeres también han querido librar la batalla en el mundo del deporte. Frente a una industria que prácticamente no valoraba el papel que estas jugaban, como referentes para todas las niñas del mundo, han logrado ir haciéndose un hueco. El hecho de que ganen competiciones femeninas que hasta entonces no habían sido conquistadas está ayudando a que tengan cada vez más protagonismo. No obstante, son conscientes de que aún queda mucho por guerrear si quieren igualarse a los hombres.
Uno de los logros más sonados, y también más recientes, es el Mundial que ganó el equipo de fútbol femenino. Aunque la celebración se vio, en parte, opacada por los actos del expresidente de la Federación de Fútbol, Luis Rubiales, no pasó por desapercibido que eran las primeras en hacerse con esta copa. Y aunque las competiciones de mujeres de balón-pie cada vez están adquiriendo mayor protagonismo, la conquista de este título ha ayudado a darles un gran empujón.
Amaya Valdemoro es otro de los nombres que vienen a la cabeza rápidamente cuando uno piensa en grandes logros femeninos a nivel deportivo durante el siglo XXI. Además de ser considerada como una de las mejores baloncestistas en España, ha sido la primera mujer en ingresar en el Salón de la Fama de la Federación Internacional. Lo logró el pasado verano (2023). Fue la manera de otorgarle un reconocimiento a toda la carrera que había hecho en su vida profesional.
Catorce ochomiles. Es el logro de la alpinista Edurne Pasaban. Al completar esta distancia- montañas con una altitud superior a 8000 metro-, se convirtió en la primera mujer en conseguirlo. Por este mérito recibió el Premio Nacional del Deporte, el Premio Adventurer of the Year de la National Geographic Society y fue condecorada con la Real Orden del Mérito Deportivo.
Pero no solo las jugadoras de las diferentes disciplinas han alcanzado enormes logros para las mujeres. También en el mundo del arbitraje se han producido grandes cambios. Carolina Domenech y Alhambra Nievas son un claro ejemplo de ello. Mientras que la primera de ellas logró formar parte de un cuarteto arbitral en partido de Primera en 1999, en el Español-Deportivo, y hacerse árbitro internacional para los partidos de fútbol femenino, algo que no se había visto hasta 2002, la segunda ha sido la que estrenó el puesto de colegiada en un partido de selecciones masculinas de rugby.
Las mujeres también han tenido un importante papel dentro de las diferentes luchas sociales que se han llevado a cabo. Uno de los nombres más sonados en los últimos años es el de Tarana Burke, la impulsora del movimiento 'MeToo'. Gracias a ella, la voz de las actrices que denunciaban haber sufrido abusos por hombres 'poderosos' dentro de la industria cinematógrafica tuvo más eco. Pero no es la única.
Carla Antonelli también ha llevado a cabo una tarea social relevante. Y es que fue la primera transexual de la Comunidad de Madrid que solicitó que su verdadera identidad figurase en los documentos oficiales tras la aprobación el 1 de marzo de 2007 de la Ley de Identidad de Género en España. Cinco años más tarde, acabó ocupando un sillón en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, derrivando, así, una nueva barrera. Y, recientemente, ha obtenido también el primer escaño en el Senado para una persona trans. Este es un objetivo que consiguió en las últimas eleccions (2023), en las que se presentó con Más Madrid (que forma parte de Sumar a nivel nacional).
Otro de los nombres que resuenan en la cabeza cuando se habla de movimientos sociales con gran repercusión es el de Greta Thunberg, que a su corta edad ha conseguido movilizar a miles de jóvenes para que salgan a la calle a pedir medidas contra el cambio climático. Gracias a su perseverancia, durante varios años, muchas personas se agolpaban en las principales ciudades cada viernes, bajo el lema 'Fridays for Future'. Leymah Roberta Gbowee es otra mujer importante del siglo, puesto que lideró Mujeres de Liberia Acción Masiva para la Paz. Se trata de un movimiento pacifista que fue clave para poder poner fin a la segunda guerra civil que vivía su país. Consiguió devolver la tranquilidad a su territorio en 2003
Aunque pueda parecer mentira, hasta hace pocos años todavía había reconocimientos intelectuales que no habían sid otorgados a mujeres, y no por falta de méritos. Lo cierto es que hay ámbitos, como el de las ciencias, en los que los hombres todavía tienen ventaja, aunque poco a poco las distancias son cada vez más cortas. Y sino que se lo digan a Esther Ostrom y a Esther Duflo, las dos primeras Premio Nobel de Economía, en 2009 y 2019, respectivamente. En la actualidad, siguen siendo las dos únicas que se han llevado esta distinción.
En el mundo islámico también se han producido varias revoluciones lideradas por mujeres. Malala Yousafzai y Sara Khademalsharieh son las dos jóvenes más mediáticas en los últimos años. Ambas han sido luchadoras, casi sin quererlo, por los derechos de las mujeres. La primera de ellas, además de ser la persona más joven en recibir un Premio Nobel, ha desarrollado una importante tarea en Pakistán, rompiendo las leyes establecidas por los talibanes. Es una de las grandes impulsoras de la educación para las mujeres, algo completamente prohibido para ellas por el régimen.
La segunda, de origen iraní, logró que miles de personas, no solo en su país, sino en todo el mundo árabe, alzase la voz contra el uso del burka. Durante semanas y meses, el ejército salía a las calles para enfrentarse a todas estas manifestantes, que además de criticar la obligatoriedad de este accesorio, denunciaban que Sara Khademalsharieh no pudiese volver a la que había sido su casa desde pequeña por no haber utilizado el velo durante un torneo rápido de ajedrez.
Primera mujer científica sentada en los sillones de la Real Academia Española. Es el mérito que se llevó la ya fallecida Margarita Salas. Consiguió hacerse un hueco en 2003 en un ámbito en el que todavía gobernaban y tenían el control de los hombres. Además de ocupar este puesto, también es conocida por todos los avances que llevó a cabo en bioquímica. Y es que ha sido una de las personas que más hallazgos ha conseguido hasta ahora en lo que respecta al virus phi29.
Por su parte, Penélope Cruz no solo es conocida por su larga trayectoria dentro de la industria cinematógrafica. También recae en ella el haber sido la primera actriz española candidata a los Premios Óscar y a los Globos de Oro en la categoría de mejor actriz protagonista, por su papel en la película española 'Volver'. Y aunque en aquella ocasión no logró llevarse el galardón, sí lo hizo en 2008, como mejor actriz de reparto.
Silvia Gil, primera mujer al frente de un área de montaña, la primera jefa de un subsector de Tráfico y es la primera mujer española al frente de una Comandancia de la Guardia Civil al asumir la jefatura de la de Teruel. Patricia Ortega, desde 2022 es general de división, siendo la primera mujer en conseguirlo y por ahora, el mayor rango alcanzado por mujeres en las Fuerzas Armadas Españolas. También es la primera y única de su promoción dentro del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos. Y, por último, Débora Gómez, que se ha convertido en la primera mujer piloto de la patrulla de Helicópteros del ejército del aire.
Estos tres nombres son los más destacados dentro de las Fuerzas Armadas por sus méritos logrados en los últimos año. Mirando fuera de España, también hay otras personas que, tras mucho trabajo, han conseguido otros hitos. Es el caso de Cressida Dick, que fue la primera mujer de la historia en dirigir la Policía Metropolitana de Londres.
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