Anastasia y Alexandra, las mellizas fallecidas en Oviedo: dos niñas de sobresaliente y con una vida normal

Nadie se esperaba lo que sucedió. «Llevaban un par de años en el colegio, mi hijo se llevaba muy bien con ellas. Estaban perfectamente integradas en la clase y jugaban con todos los niños», afirmó Fernando Díaz Palacio, padre de un alumno del colegio de La Ería. Con sus compañeros de clase se dedicaban estos días a vender papeletas para el viaje de estudios. Este próximo martes debían salir rumbo a Madrid, para visitar museos y la Warner. Un plan muy esperado.

«Es una familia normal y las niñas estaban integradas en clase y con el idioma», agregó otra madre, ayer, a las puertas del colegio. Todos coinciden: hablaban muy bien el castellano. Una profesora les enseñó el idioma y las apoyó desde su llegada a España. Ayer estaba deshecha.

Estudiantes de sobresaliente, su relación con sus compañeros también lo era, según pudo confirmar la Policía Nacional en base a los testimonios recabados inicialmente. Una de ellas destacaba por su arte para dibujar. Había compañeros de aula que querían hacerlo igual de bien, recordó Díaz Palacio. Además, estaban apuntadas a actividades deportivas.

Anastasia y Alexandra acababan de celebrar su cumpleaños. Doce años. Uno de sus vecinos guardaba, relató a las autoridades, fotos de la celebración. Muy afectado, solo acertó a decir que son «una familia muy normal, muy cariñosos e integrados».

Su padre, Igor Zuev, está muy implicado en el envío de ayuda humanitaria a Ucrania, explicó un amigo. De Olga Glebova aseguró que «es una madre muy dedicada».

«No me imagino lo que pueden estar pasando; son muy buenos padres», dicen los vecinos

Algunos vecinos de La Ería todavía se encontraban en sus casas cuando oyeron en primer lugar los gritos desesperados de un hombre; era Igor Zuev, el padre de las mellizas fallecidas tras precipitarse desde un sexto piso de la calle Facetos. Los comerciantes de la zona se estaban preparando para abrir las puertas de los negocios cuando también escucharon las sirenas de los servicios de emergencias. «Me asusté mucho al ver tanta Policía y ambulancias por la zona y me contaron lo ocurrido». «El movimiento de vehículos de emergencias era exagerado y el hombre no paraba de correr y otras personas detrás de él», añadieron los testigos; mientras que otros explicaron que también oyeron gritar de forma desesperada a una mujer.

«Son padres que siempre están pendientes de sus tres hijos, enseñándoles el idioma», agregó otra vecina. Anastasia y Alexandra «estaban muy unidas», coincidieron quienes las trataron.

A lo largo de la mañana se acercó hasta la vivienda una antigua profesora de las niñas que se encontraba destrozada tras conocer la noticia.

«Son gente muy educada y abierta». «No me imagino lo que pueden estar pasado porque son unos padres que cuidan siempre muchos a sus niños», comentó emocionado un amigo de la familia tras conocer el fallecimiento de las hermanas.