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Miércoles, 13 de octubre 2021, 09:58
La seguridad en los alimentos también está en que no rebasen las aportaciones de determinadas sustancias que en exceso pueden ser tóxicas. Así, ocurre con los metales pesados, como son el mercurio, el arsénico, o el plomo, entre otros. Muchos de ellos, están ... de forma natural en nuestro entorno, algo que hace que su presencia no se puede evitar, pero sí se puede hacer que la ingesta no sobrepase unos determinados niveles.
Tal y como explica en un nuevo informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la Comisión Europea ha establecido unos nuevos límites máximos para el cadmio y el plomo en determinados alimentos. En el listado que ofrecen, aseguran desde la organización, «se incluyen algunos productos que no estaban limitados, pero también otros que sí estaban incluidos y cuyos límites ahora se endurecen».
Con esta medida, subrayan, se pretende «reducir la exposición a metales pesados de todos los grupos de población y mejorar la protección de los consumidores».
Según la OCU, el cadmio se ecuentra en los cereales y derivados, los vegetales, frutos secos, patatas, legumbres, carne y productos cárnicos, como los patés. También se encuentra en moluscos crustáceos, algas...
Según la autoridad de seguridad alimentaria europea, los vegetarianos, los niños y los fumadores podrían exceder fácilmente la ingesta semanal de cadmio, incluso duplicándola. El cadmio es tóxico para los riñones y puede causar fallo renal, puntualiza la OCU.
Por último, se indica que el nuevo límite al cadmio que aplica la Comisión Europea es de una ingesta máxima de 2,5 microgramos por kilo de peso a la semana. En la nueva recomendación se establecen límites para, entre otros, para cereales, legumbres, carnes, moluscos, chocolate y productos con cacao, remolacha, ajos, frutos rojos, frutos secos, pescados, sal.
Por lo que respecta al plomo, la OCU explica que es un contaminante medioambiental natural, que procede mayoritariamente de la actividad humana. «Contamina agua y suelos: hace muchos años que se conocen los riesgos de la exposición al plomo, y se ha prohibido su uso en diversos objetos (pinturas, tuberías...). El plomo puede producir neurotoxicidad en el desarrollo de los fetos, bebés y niños. Además, este metal pesado puede provocar problemas cardiovasculares en adultos».
Se encuentra, según aseguran, en los cereales, semillas, vegetales como las patatas y las verduras de hoja verde y el agua de bebida son los alimentos o bebidas que más contribuyen a la exposición al plomo en la dieta... si bien el metal se acumula especialmente en mariscos o carnes.
¿Su nuevo límite?; Las nueva normativa europea limita los niveles de plomo, entre otros, en vísceras (casquería), setas no cultivadas, algunos alimentos infantiles y la sal. También se establecen niveles máximos de plomo en especias para ayudar a evitar el fraude que supone la adición de sales de plomo (cromato de plomo) a la cúrcuma.
«No se trata de alarmar, sino de ser conscientes», insisten desde la OCU. «Insistimos en la necesidad de no demonizar ni erradicar de la dieta ningún alimento, pero sí en optar por ir variando la ingesta de distintos productos», explican.
Así combinando «diferentes tipos de verduras y legumbres, pescados diversos (en su tipología, tamaño, etc), mariscos y carnes de diferentes animales» se lograría minimizar los riesgos derivados de la acumulación de un metal pesado concreto en el organismo. «En la variedad está el equilibrio: come de todo y no abuses de nada», concluyen.
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