Alemania, nuevo oasis de la marihuana en Europa: desde hoy se permite consumir y cultivar

Con la legislación que acaba de entrar en vigor, ahora cada adulto puede cultivar tres plantas de marihuana y portar en público hasta 25 gramos para consumo recreativo. Eso sí, hay una restricción: entre las 7 de la mañana y las 8 de la tarde no se pueden fumar porros en áreas peatonales, ni a menos de cien metros de distancia de escuelas y centros deportivos. Pero sí se puede hacer frente a monumentos como la Puerta de Brandemburgo, así que allí se reunió anoche un nutrido grupo de consumidores para celebrar este hito dando las primeras caladas legales en público.

El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, reconoce que el consumo de esta sustancia es «peligroso», pero sostiene que la iniciativa del Gobierno reducirá el mercado negro de cannabis y mejorará la calidad del mismo, algo que redundará en la salud de quienes lo consumen. En cualquier caso, para evitar que los alemanes se inicien en el hábito -un 10% de los que tienen entre 12 y 17 años lo han consumido en los últimos 12 meses- Lauterbach ha prometido campañas educativas que muestren sus efectos en el organismo, y Bavaria será el primer estado que ponga en marcha formación para que los profesores desarrollen el tema en las aulas.

La ley se implementará en dos fases: la que arranca hoy y otra a partir del 1 de julio, cuando se permitirá la creación de clubes recreativos de marihuana. Estos tendrán limitado el número de socios a un máximo de 500, y no podrán distribuir más de 50 gramos de marihuana al mes a cada uno de ellos. Para evitar que los clubes se conviertan en un imán de turistas, todos sus miembros tendrán que ser residentes en Alemania, estará vetado consumir el cannabis en el local, y las asociaciones se establecerán siempre sin ánimo de lucro.

De hecho, esta última exigencia es la que impide definir la nueva ley como una legalización de la marihuana, ya que su compraventa continuará prohibida. No sigue, por lo tanto, el modelo que se ha implantado en Países Bajos o en diferentes lugares de Estados Unidos. Es similar al de Luxemburgo, que aprobó un uso parecido para el cannabis el año pasado. Y al de Malta, que en 2021 se convirtió en el primer país de la Unión Europea en legalizar el cultivo personal de marihuana. Eso sí, cada país tiene sus límites: Malta y Luxemburgo permiten tener hasta cuatro plantas en casa y prohíben fumar en la calle, pero luego difieren en la cantidad que se puede llevar por la calle -siete y tres gramos respectivamente- y en las sanciones que imponen a quienes sobrepasen esas cantidades.

En todos los casos, aprobar estas legislaciones más permisivas ha sido la culminación de un proceso lleno de polémica que, además, puede ser revertido si la oposición alcanza el poder. De momento, incluso la Policía alemana ha advertido de que se puede producir un aumento inicial del consumo de marihuana, y de que, si la oferta legal no da abasto, el mercado negro se puede fortalecer como consecuencia.

No obstante, la experiencia de la legalización apunta en la dirección opuesta. Por ejemplo, el consumo de cannabis en Países Bajos -10,1% de los ciudadanos entre 15 y 64 años- es inferior al de España -10,5%- o Francia -11%-, que tienen los niveles más altos de la UE. Y otro de los países que ha dado un paso similar, Malta, cuenta con la tasa más baja del continente -0,9%-, según datos de la UNODC.