Aire acondicionado o el ventilador: pros y contras para las olas de calor

Sin duda alguna, el aire acondicionado es el rey de la refrigeración, por excelencia. Pero a estos aparatos les ha salido una fuerte competencia: los ventiladores, y en concreto, los de techo. Desde el punto de vista de la climatización, los aires refrescan mucho antes una estancia y aportan una sensación de frescor. En el caso de los ventiladores, su acción continua ofrece una estabilidad climática que es más que agradable.

La cuestión reside en conocer cuánto dinero gastamos en un aparato u otro. Y las diferencias son abismales. En el caso de usar un aparato de aire acondicionado durante ocho horas mientras dormimos con una temperatura estable de unos 25 o 26 grados, gastaremos dos euros de electricidad cada noche. La cuantía es pequeña. Aunque si la multiplicamos por los 30 días que tiene un mes, solo en aire acondicionado estaremos gastando 60 euros al mes; y a ello hay que sumar el resto de consumo eléctrico que hacemos de nuestra casa en ese periodo, con lo que el recibo se puede disparar.

En el caso del ventilador de techo, el gasto eléctrico apenas supera los dos céntimos de euros por cada noche. Es decir, 100 veces menos que un aire acondicionado medio. Si multiplicamos ese consumo durante un mes, el gasto será de unos 60 céntimos de euro.

Ante los rigores del calor en determinados días, la única opción viable es el aire acondicionado. Por ello, la mejor opción pasa por un uso eficiente de estos aparatos: temperaturas en torno a los 26 grados, porque cada grado que se reduzca incrementa un 8% el consumo. Y, si dispone de ello, activar el modo Eco.