Los chicos no lloran tras sufrir una agresión sexual

La proporción de la víctimización se acorta entre los géneros cuanto más jóvenes y vulnerables son. Uno de los pocos estudios que existen sobre los abusos de menores indica que un 15% de los varones ha sufrido abusos (frente a un 23% de las chicas), «porque muchos de ellos pasaron buena parte de su infancia en colegios e internados». «En este sentido, es significativo que el 9% de los varones que había sufrido abusos declaren que su abusador fue un clérigo», dice Félix López Sánchez, catedrático de Psicología de la Sexualidad en la Universidad de Salamanca y autor del informe 'Abusos sexuales y otras formas de maltrato sexual'.

Por la «proporción extremadamente alta de mujeres comparativamente con el de los hombres», y por el silencio y el estigma que asumen ellos, no se ha profundizado casi nunca en esta vertiente de los delitos sexuales. Sin embargo, en Reino Unido, se ha divulgado un estudio de la Universidad de Lancaster, que aborda los perfiles y las necesidades de apoyo de estas víctimas masculinas.

A raíz de la sentencia de un violador en serie de que actuaba en Mánchester, Reynhard Sinaga, la investigación británica analizó la línea de ayuda para los «sobrevivientes masculinos» y cuya demanda aumentó en un 200% en dos años (de 2016 a 2018). En este servicio telefónico las víctimas también suelen buscar ayuda para abusos no recientes. «Es como hubiera estado mucho tiempo metido en una botella, pero ahora el corcho ha reventado», decía una víctima. «¿Qué hago con todo esto?».

El perfil obtenido por una investigación que lideró el especialista Siobhan Weare establece que los hombres víctimas de abusos y agresiones sexuales que recurrieron a la ayuda ofrecida tenían, la mayoría, entre 45 y 54 (37%) y entre 55 y 64 (21%). Pero también había menores (3%), de entre 18 y 34 años (21%), de 35 a 44 años (12%) e incluso con más de 65 años (6%). La mayoría estaba solteros (74%). Con pareja estable un 9%; y divorciados, un 3%. Aunque hay un aumento de demandantes que llaman por primera vez, muchos se comunican con cierta frecuencia, ya sea porque no existe un servicio presencial similar en su localidad o porque las listas de espera son largas, dice el reporte encargado por la Asociación de Sobrevivientes Masculinos.

En la línea de ayuda británica, suelen exponer sus sentimientos y pensamientos suicidas, asegura el estudio. La víctima buscaba ser simplemente «escuchado» o «tranquilizado». Decían que «no estaban seguros de qué hacer una vez que habían revelado su condición de sobreviviente. También temían que no se les creyera si contaban lo sufrido en su entorno. Uno de ellos confió que había «tomado tres sobredosis en los últimos dos años». «Ahora estaría muerto», dijo.

«De todos los menores que sufren abusos sexuales, entre el 60% y el 80% se ve afectado a corto plazo en diferente grado; entre el 20% y el 30% consigue continuar su vida sin cambios significativos, y entre el 20% y el 30% manifiesta síntomas clínicos importantes», expone López Sánchez en su artículo. «La depresión es la patología más claramente relacionada con los abusos sexuales. Quienes los sufrieron durante la infancia es más probable que tengan depresiones en la vida adulta», concluye.