Un estudiante navega por las redes sociales con su móvil. R. C.

El acceso masivo a la IA dispara el ciberacoso en los institutos

Cuatro de cada diez adultos españoles fueron víctimas de 'bullying' en su etapa escolar y al 92% le dejó secuelas

Martes, 31 de octubre 2023, 12:31

El uso torticero o bastardo de las innovaciones tecnológicas es una de las armas predilectas de los acosadores escolares. Primero fueron los ataques en foros y chats o el 'sexting' contra compañeros o exnovias. Hoy el instrumento favorito para vejar, humillar, excluir o chantajear a ... otros alumnos es la realidad falsificada o manipulada que posibilitan los programas de inteligencia artificial.

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El fácil y libre acceso desde el móvil a las múltiples herramientas de la IA de código abierto ha disparado en solo un año el ciberacoso en colegios e institutos, según constata el informe 'Percepción sobre el bullying en la sociedad española', elaborado con las opiniones de más de 3.000 alumnos de 5 a 18 años, de sus profesores y de sus padres, con entrevistas en todas las autonomías.

La difusión pública de imágenes, vídeos o audios en los que se suplanta la personalidad de un alumno y se consigue que haga o diga lo que se quiera han casi duplicado el porcentaje de los chicos y jóvenes víctimas de 'ciberbullying'. Han pasado del 10% al entre 16% y 19% en doce meses, según la investigación realizada por la organización Educar es todo, una ONG que reúne a más de 65.000 padres y madres, y por la firma Totto. Son tasas desconocidas desde el encierro de la primavera de 2020 para esquivar la primera ola de la covid, cuando los acosadores se volcaron en las redes sociales, perfiles y chats ante la imposibilidad de dañar, abusar o insultar a sus compañeros de forma presencial por la suspensión de las clases.

Tres de cada cuatro padres y más de la mitad de profesores creen que los colegios ocultan los casos para evitar la mala imagen

De hecho, el 13% de los estudiantes preguntados confiesa que en el último año se ha burlado de algún compañero en las redes sociales y el 9% admite que ha publicado o distribuido fotos o vídeos de otros alumnos por internet sin su permiso. El problema es que unos y otros colegios tienen normalizado este maltrato entre iguales. Uno de cada cinco ni siquiera sabe que ambas cosas son ciberacoso o que, incluso, pueden constituir un delito.

Un segundo elemento llamativo que desvela el trabajo es que el acoso escolar es un mal endémico en los centros educativos españoles desde hace décadas y que deja secuelas notables en la vida de quienes lo padecen. Hasta el 40% de los adultos consultados fueron objeto de algún tipo de 'bullying' en su etapa escolar, casi el doble que en la actualidad, y seis de cada diez fueron testigos de acoso a otros compañeros de pupitre, la misma proporción que se mantiene todavía hoy en día.

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Los efectos negativos, en muchos casos, acompañan a la víctima el resto de sus días. El 92% de quienes fueron acosados explican que las vejaciones han tenido consecuencias en su vida de adultos y hasta uno de cada cinco asegura que la funesta experiencia le ha marcado «para siempre». A un 38% le dañó la autoestima, al 32% le hizo introvertido, al 17% le generó ansiedad y al 11%, depresión. Solo una cuarta parte argumenta que el drama vivido le hizo más fuerte.

Las circunstancias de la víctima también han cambiado poco en tantos años. Los hoy adultos recuerdan que sufrieron el 'bullying' con tristeza, soledad, impotencia, sensación de inferioridad, llantos y un 4% pensó en suicidarse. Más de la mitad no supo qué hacer y solo a la tercera parte la ayudaron sus amigos. La proporción de apoyo de los profesores aún fue menor. No pasan del 14% quienes lo denunciaron o pidieron ayuda psicológica. Un 13% tuvo que cambiar de instituto y un 9% incluso de barrio.

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La falta de apoyos abona la ley del silencio

Lo más terrible es que la misma investigación certifica que, pese a la mayor sensibilización ciudadana con el problema y la existencia de protocolos oficiales en los centros para prevenirlo y combatirlo, a día de hoy poco ha mejorado la situación de las víctimas. El 23% de los niños y jóvenes dicen sufrir ahora algún tipo de 'bullying' en las aulas y uno de cada seis alumnos conoce casos en su colegio o su propia clase. La mayoría de estos chicos no se sienten protegidos ni por el colegio, ni por los profesores, ni por sus compañeros. La falta de apoyo es la que hace que predomine la ley del silencio y la escasez de denuncias y quejas.

La mitad de las víctimas siente que no puede contar con la ayuda de los maestros para contarles su drama y la opacidad lo impregna todo. Tres de cada cuatro padres aseguran que los centros ocultan los casos para evitar imágenes negativas, extremo que corrobora el 55% de los profesores. La opacidad y la falta de acción lejos de disminuir en algunos casos incluso se acrecientan. El 55% de los encuestados de todos los grupos coincide en que los padres de los acosadores ocultan, minimizan y hasta justifican las vejaciones, exclusiones o ataques protagonizadas por sus hijos, una proporción que sube cinco puntos con respecto a hace solo un año.

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