Más de 700.000 dependientes verán aumentadas sus ayudas desde agosto

El nuevo texto, impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales, cumple con los acuerdos que cerró con las autonomías en la conferencia sectorial celebrada en diciembre pasado. Entre otras medidas, fija por primera vez unas ayudas mínimas a la dependencia a respetar en todo el territorio nacional, sube las cuantías máximas y eleva las horas mensuales de ayuda a domicilio para todos los grados.

El real decreto establece por primera vez las cuantías mínimas que todas las autonomías deben pagar por una prestación de dependencia, sea para compensar a un cuidador familiar, para el pago de uno profesional o para la ayuda al abono de centros de día o residencias privadas por la falta de plazas públicas. Oscilarán entre los 100 euros para el grado I (dependiente moderado), los 150 para el grado II (severo) y los 200 del grado III (gran dependiente). La medida supondrá una mejora para 90.000 ciudadanos de varias regiones que, en sus dos terceras partes, cobran ahora menos de 100 euros y que, en un tercio, reciben entre 50 euros y nada.

La mayor subida del nuevo decreto es para las cuantías máximas de las ayudas que sufragan las atenciones dispensadas por cuidadores no profesionales del ámbito familiar. Los pagos se incrementarán hasta en un 17,65%, con lo que el tope que recibirá el grado más elevado, el III de un gran dependiente, será de 455,4 euros al mes. El máximo para el grado I sube a 180 euros y la ayuda tope no profesional para el dependiente severo aumentará hasta los 315,9 euros.

Las ayudas máximas para el pago de servicios o cuidadores profesionales también subirán a a partir del 1 de agosto, pero en algo menos de cuantía que las familiares. En general, aumentarán un 4,5%, desde 313,5 euros de máximo para los dependientes moderados a 747,2 euros para los de grado III, pasando por los 445,3 euros para el grado II.

Sin embargo, el real decreto establece tres excepciones bastante notables. En el caso de las prestaciones vinculadas a la asistencia personal (contrato de profesionales), elevará la paga mensual para los dependientes de grado II de los 426 euros actuales a 747,25, igualándolas a la subida para el grado III. En el caso de las ayudas para la contratación de servicios, cuando sea para contribuir al pago de una residencia privada, el grado II recibirá también el mismo pago tope que el gran dependiente, 747,25 euros. Algo muy similar a lo que ocurrirá con los dependientes moderados a la hora de contratar un servicio de centro de día privado, que recibirán idéntica ayuda que la que le corresponderá al grado II, 445,30 euros.

La modificación legal incrementa las horas mínimas mensuales de ayuda a domicilio que les corresponderán a los tres grados de dependencia, cantidad que además las autonomías podrán elevar aún más si así lo deciden. La horquilla aumenta en un 80% para los dependientes moderados, al tener derecho a entre 20 y 37 horas, en un 42% para los severos (con entre 38 y 64 horas) y en un 34% para los grandes dependientes, que recibirán no menos de 65 a 94 horas de ayuda en casa al mes o, lo que es lo mismo, entre 16 y 23 horas de apoyo a domicilio a la semana.

Otra de las aportaciones principales del real derecho es que la teleasistencia, desde ahora, se convierte en un derecho de todo dependiente en todo el país y no en algo a concederle o no en sustitución de otras ayudas. Desde ya será un servicio complementario al resto de prestaciones para todos los grados con excepción de los internados en residencias.

La reforma amplía de forma notable el concepto de cuidador no profesional, el que ayuda al dependiente en sus necesidades diarias de forma habitual, pero manera informal, y que recibe una compensación pública por ello. Hasta hoy solo podían acceder a esta condición los familiares que pudiesen acreditar llevar con esta tarea al menos año. Ahora ya no hará falta acreditar tiempo previo alguno y podrá ser cualquier persona capacitada del entorno.