La cofradía zamorana pionera en igualdad de la mujer cumple 50 años

La seo románica ha sido el punto de arranque de un recorrido inédito de esta cofradía, que desfila la noche del Martes al Miércoles Santo por las calles del casco antiguo y los barrios bajos de Zamora junto a las leyendas de las Siete Palabras y un Jesucristo alzado acompañando a cada una de ellas. La hermandad fue la primera de Zamora en dejar desfilar a mujeres con caperuz (nombre que se da al capirote en Zamora), aunque esa decisión encontró inicialmente el rechazo hasta del propio obispado, que en 1967 rechazó los estatutos de la cofradía y estos tuvieron que modificarse para poder desfilar por primera vez al año siguiente, pero sólo con hombres cofrades.

Sin embargo, la idea inicial no quedó en el olvido y dos décadas después, ya con el visto bueno de la autoridad eclesiástica, la cofradía aprobó en asamblea la admisión de mujeres y que estas pudieran participar en la procesión en igualdad de condiciones que los hombres. El primer año, en 1988, eran una treintena de mujeres las que desfilaron tras la tercera palabra y, para distinguirse de los hombres, llevaron un cordón verde en la empuñadura del traje, pero a partir de entonces dejó de haber diferencias en la vestimenta y la disposición en el desfile de hombres y mujeres fue aleatoria.

Misa conmemorativa

Esta madrugada, mujeres y hombres cofrades de las Siete Palabras han conmemorado el cincuentenario con un itinerario que ha tenido en la plaza de la Catedral el acto más vistoso de la procesión. Ha sido en el templo mayor zamorano, del siglo XII, donde los cerca de 1.800 hermanos de la cofradía han asistido a una misa conmemorativa previa al desfile.

Además, en el entorno de la Catedral, al inicio de la procesión se ha desarrollado el rezo de las Siete Palabras. En la plegaria, el obispo de Zamora, Gregorio Martínez, ha pedido a los asistentes que mediten sobre las siete palabras que pronunció Jesús en la crucifixión y que llegue al corazón de los presentes cada una de esas frases porque así "saldréis ganando el amor de Dios", ha señalado.

Posteriormente la procesión ha arrancado con los penitentes vestidos con su túnica de estameña blanca, el caperuz y el fajín verdes de pana, sandalias y un hachón con vela. Junto a la cruz guía y la cruz de cierre se han podido ver estandartes con cada una de las Siete Palabras y junto a cada una de ellas un Crucificado realizado por escultores como Fernando Mayoral, José Luis Coomonte o Ricardo Flecha.

En la parte final del desfile ha procesionado el único paso, el Cristo de la Agonía o de la Expiación, de autor anónimo y datado en la segunda mitad del siglo XVII. La procesión ha recorrido las calles del casco antiguo para finalizar en la iglesia románica de Santa María de la Horta, templo en el que se da culto a la talla titular de la cofradía.