El calor vence a los fans de Pokémon

Es relativamente fácil encontrarse montoneras de chavales -no importa la edad- dando un paseo por las calles, los parques o las fuentes mientras cazan a los seres imaginarios. Con poco más de diez días de existencia, la cantidad de descargas y de aficionados no para de crecer.

Madrid celebró ayer la primera 'quedada Pokémon' en la emblemática Puerta del Sol. Los organizadores esperaban alcanzar una cifra cercana a 5.000 asistentes, pero no ha sido posible. Aun así, más de 1.000 personas se concentraron a las siete de la tarde, bajo un sol y un calor insoportables -muchos buscaban calles cercanas con sombras- con el objetivo de jugar y confraternizar. La plaza acumulaba a gente de todo tipo; muchos fanáticos disfrazados, grupos de adolescentes, niños, jóvenes que han crecido con esta serie de dibujos animados, niños con sus padres y padres sin sus hijos. Entre ellos un 'jóven' melillense de casi 50 años aseguraba jugar «por los niños». «Yo veía a todos los que jugaban a esto como unos friki total», decía. Lo cierto es que el juego está movilizando a muchísima gente que no es amante de la cultura del manga. Raro es no conocer a alguien que dedique un poco de su tiempo a ser 'entrenador'.

El mismo señor afirmaba que el juego, además de entretener, también servía para practicar deporte, ya que «alguna vez había andado más de lo que debía». La Policía vigilaba la plaza y la tarde transcurrió sin incidentes, incluso sin golpes de calor, por sorprendente que pareza. Muchos de los asistentes se tomaron al pie de la letra el objetivo de ser 'entrenador Pokémon' y se vistieron como tal para la ocasión. El colorido de las camisetas, las gorras, los disfraces, los pelos de colores y alguna bandera adornaron la plaza con un ambiente jocoso. La 'quedada' estaba planeada para ocupar la plaza durante 30 minutos y muchos de los usuarios, tras haber acabado la concentración, bajaron por la calle para continuar cazando monigotes.

El juego es ciertamente el fenómeno más conocido del verano, por delante de los 'brexit' y el Tour de Francia y otros acontecimientos más transcendentes, pero también más aburridos.