Un obispo contra la pederastia

Desde el Obispado rechazaron la petición de este periódico de realizar declaraciones sobre el asunto, aunque restaron importancia al inédito ejercicio de transparencia y enmarcaron el traslado del caso a la justicia ordinaria en el seguimiento natural del protocolo dictado por el Vaticano desde 2008. Sin embargo, la práctica que definen como habitual no pudo evitar que la atención se centrara sobre la Diócesis, precisamente cuando por las mismas fechas Francia se ha visto sumida en un nuevo escándalo por el silencio de la Iglesia ante varios presuntos casos de pederastia en Lyon.

¿Quién se encuentra detrás de esta decisión? Al frente de la Diócesis de Ciudad Real se encuentra el obispo Antonio Ángel Algora, que justo este sábado deja el cargo tras renunciar al mismo por motivos de edad y será sustituido por Gerardo Melgar. Monseñor Algora, que cumplió 75 años en octubre, es considerado por su entorno como una persona humilde, sencilla y cercana, aunque muy reservado con los periodistas y reacio a comparecer en ruedas de prensa, donde suele pedir a otra persona que hable en su lugar. Incluso a la hora de hacer pública su renuncia evitó organizar una comparecencia y recurrió al comunicado para dar la bienvenida a su sustituto. Dicen también que es un prelado vanguardista y sin pelos en la lengua. Una buena muestra son las cartas pastorales que publica periódicamente en la página web del Osbispado y en las que se desprende su compromiso con los problemas sociales, los trabajadores o los desfavorecidos.

«El cura de la conciencia obrera»

Crítico con los recortes del Gobierno durante la crisis, en el entorno del PP de Castilla La Mancha lo conocen como "el cura de la conciencia obrera" por atacar al Ejecutivo de María Dolores de Cospedal con frases como "Con las reformas del gobierno siempre pierden los mas débiles" o ¿De verdad no hay otras soluciones para crear puestos de trabajo? Parece mentira que tengamos que echar mano de usos del pasado, que trajeron tanta injusticia y explotación a los trabajadores.

Es de hecho uno de los referentes de la pastoral obrera en España. Fue consiliario de las Hermandades del Trabajo y sus padrinos fueron los obispos Jesús Domínguez, Gabino Díaz Merchán y Victorio Oliver, responsables de la consolidación de la pastoral obrera dentro de la Iglesia. Una tendencia con la que se identifica el Papa Francisco y sobre lo que ha dejado constancia con severas advertencias en sus discursos sobre los "millones de trabajadores que se siguen cayendo del andamio social" o la aseveración de que "el conflicto social mata".

Investigación interna

El presunto caso de abusos sexuales en la Diócesis comenzó a investigarse de forma interna hace unos meses y culminó con un informe enviado a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma. La relevancia del caso llevó a tomar la decisión de derivarlo a la justicia ordinaria informando del mismo a la Fiscalía. El caso saltó a los medios precisamente por la decisión de la Diócesis de informar de ello a través de un comunicado aunque, tras la publicación del texto, han denegado añadir cualquier comentario sobre este proceso. Para encontrar alguna declaración sobre los abusos habría que remontarse a unas declaraciones del propio monseñor Algora en diciembre de 2014, cuando fue preguntado por la prensa sobre su postura en el caso de supuestos abusos en la Diócesis de Granada y el obispo recordó que la Iglesia activa en todos los casos el protocolo de actuación y admitió que casos como los de Granada causan mucho dolor y sorpresa. Asimismo, añadió que la Iglesia está formada por pecadores arrepentidos.

También es posible encontrar alguna referencia a los abusos en algunas de sus cartas pastorales de 2010, un año aciago para la Iglesia Católica por la multitud de escándalos por presuntos abusos y posible encubrimiento de la Iglesia que salieron a la luz en varios países y que llevaron al papa Benedicto XVI a comprometerse públicamente por primera vez a tomar medidas. Algora, en una carta publicada en enero de 2010, denunciaba en este sentido "la presión mediática y de la cultura bufa insistiendo en que la Iglesia le come el coco a los niños en la catequesis, o cuando no, y con cierta frecuencia, se abren los telediarios, como si fueran noticia de hoy, abusos cometidos por eclesiásticos en el pasado en América o Irlanda".

En otra carta de junio de ese mismo año, Algora lamentaba igualmente que "a lo largo del Año Sacerdotal, nos ha pesado la campaña de divulgación, sostenida en el tiempo, de todos los peores abusos cometidos por sacerdotes, dirigida muy especialmente a socavar la confianza que la figura del sacerdote ofrece a todo el mundo". Precisamente, lo que lamentaba en sus misivas pastorales podría haber tenido lugar en la diócesis de la que ha sido hasta ahora titular, una prueba de fuego ante la que no ha dudado en actuar aplicando las pautas marcadas por el Vaticano en su lucha contra esta lacra.