Unicef considera el gasto en infancia «insuficiente y mal focalizado»

En materia económica, España ocupa el sexto peor puesto. Si los datos se acotan a los países miembros de la Unión Europea, el país ocupa el cuarto lugar por el fondo de la clasificación. Solo quedan por debajo Rumanía, Bulgaria y Grecia. Uno de cada tres menores españoles (el 36%) vive en riesgo de pobreza o exclusión social. A pesar de estos datos, recalca Unicef, España es el país de la Unión Europea que menos porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) dedica a las prestaciones monetarias para familias e infancia: un 0,5%, menos de un tercio de la media europea.

Se encuentra además entre los países que menos gasto en protección social dedica a los niños y sus familias, con el 1,4% del PIB, frente al 2,3% de media de la UE o el 3,7% de Dinamarca, el 3% de Irlanda o el 2,5% de Francia. El gasto en infancia no es suficiente y, además, no está bien focalizado, ha señalado Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de la organización. Además, el informe destaca que los 48 millones Fondo contra la Pobreza Infantil resultan muy escasos.

No hay ninguna posibilidad de cumplir los derechos de los niños si no hay un esfuerzo decidido de los gobiernos para reducir la brecha que separa a unos niños de otros, afirma Carmelo Angulo, presidente de Unicef Comité Español. Hacer frente a las desigualdades sociales que afectan a la infancia debe ser una pieza clave en todas las políticas relacionadas con los niños y su bienestar económico, social y emocional, haz señalado en el Congreso de los Diputados. En este escenario, Angulo ha reclamado la necesidad de que los partidos políticos busquen un pacto por la infancia de la misma manera que se pusieron de acuerdo en el Pacto de Toledo. En términos de satisfacción vital de los niños la desigualdad ha crecido en los últimos años, y ha afectado especialmente a dos colectivos: a las niñas y al colectivo infantil de migrantes. Los pequeños aprecian que hay desigualdades en las pequeñas cosas, como unas gafas arregladas con cinta.

Ante esta situación, Unicef reclama una prestación por hijo de 1.200 euros anuales, empezando por los hogares con menos ingresos. Una medida que ya tienen 16 países dentro de la Unión Europea y que ha demostrado tener buenos resultados como en Irlanda. Otras de las medidas son becas escolares, apoyo educativo y educación de 0 a 3 años accesible para todos y gratuita para los hogares con menos recursos; garantizar de forma universal el acceso a la salud y a los medicamentos; tomar el bienestar subjetivo infantil en serio: realizar un barómetro de infancia; mejorar los indicadores y el seguimiento público de la desigualdad, en especial la de la infancia.