El 70% de las prostitutas atendidas por Cáritas han sufrido algún tipo de violencia

El perfil de la mujer que ejerce la prostitución corresponde a una mujer joven, de origen extranjero, con bajo nivel de estudios y con algún hijo a su cargo, según consta en el documento 'La prostitución desde la experiencia y la mirada de Cáritas'.

Nigeria y Brasil son los orígenes más frecuentes de las mujeres que ejercen esta ocupación en calles y clubes de alterne, al tiempo que la República Dominicana, Rumanía y Colombia son otros países de los que parten mujeres que acaban engrosando las nómina del negocio, uno de los más lucrativos junto al tráfico de armas y de drogas.

El director del área de desarrollo social de Cáritas, Francisco Cristóbal, ha asegurado que el diálogo con las administraciones sobre el asunto se halla "estancado". Los dirigentes de Cáritas no se pronuncian sobre si es mejor legalizar o abolir la prostitución, o sobre si es conveniente multar a los clientes, puesto que este debate no incide en las causas que abocan a la mujer a la mercantilización de su cuerpo. Cáritas apuesta por colocar a la mujer en el centro de la discusión y atajar los problemas que acechan a las prostitutas, como es la carencia muchas veces de papeles, el difícil acceso a los servicios sanitarios, el consumo de drogas o el padecimiento de enfermedades mentales, además de su aislamiento social, propiciado por el desconocimiento del idioma.

Cáritas atiende anualmente a 2.200 mujeres que ejercen la prostitución, de las cuales unas mil acuden a los centros de la entidad. Un 80% de ellas suelen ser extranjeras.