El teatro como disculpa

Los dos buscaron por todos los sitios la manera de reincorporarse al mundo laboral, pero no hubo manera. Buscaron ayuda en Incorpora, el programa de integración laboral de la Obra Social la Caixa, que se dirige a colectivos en situación de vulnerabilidad, como pueden ser personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, víctimas de violencia de género, parados de larga duración y exreclusos, entre otros. Y allí acabaron en el teatro. Yo jamás me hubiera imaginado que iba a estar haciendo esto, confiesa Paco. Yo sí. He sido portero y me veía en este papel, dice Saico.

Ambos son acomodadores de 'Viajando con Marsillach', la obra que se representa por última vez este viernes en el auditorio del CaixaForum de Madrid (19.30 horas). Es la quinta ciudad que visitan Varela Producciones y la compañía de teatro de Blanca Marsillach con este proyecto. En Barcelona, Zaragoza, Valladolid, Sevilla y Pamplona se siguió el mismo método que en Madrid: elegir a diez personas en exclusión para que ayuden en el montaje de la obra. Así Gonzalo vuelve a ser maquillador y peluquero de los actores Luis Mottola, Carol Rovira y Adela Estévez; Mari Carmen, que fue empresaria y quebró como tantos negocios medianos, hace de regidora; Paqui, de sastra, y Jindy ha llevado durante esta semana la prensa de la obra y las redes sociales. Una forma de recuperar su profesión de periodista, aquella que tuvo que abandonar en su Venezuela natal. Mi país es una dictadura, asevera. Después de la llegada del chavismo, su trabajo en los medios del Gobierno se hizo imposible.

Con esta medida se ha logrado la integración laboral de 62 profesionales. Ahora en el currículo pone que he trabajado aquí. Puede ser otra puerta para conseguir un empleo, indica Paco. El teatro sirve como disculpa. Es el pistoletazo de salida, comenta Blanca Marsillach durante la presentación de 'Viajando con Marsillach'. Una obra de una hora en el que se hace una versión reducida de 'Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?' y 'Feliz aniversario'.