EUROPA PRESS
Miércoles, 3 de febrero 2016, 13:40
La Central Nuclear de Almaraz (Cáceres) ha reafirmado este miércoles que las cuatro bombas que forman parte del Sistema de Agua de Servicios Esenciales "se encuentran operando con normalidad", una vez que el problema detectado "está solucionado y solventado", según han confirmado fuentes de la ... planta. Así se ha pronunciado la central tras las informaciones sobre las dudas de algunos técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al detectar un "problema de mantenimiento" en los motores del sistema de las bombas de agua del circuito terciario de esta central nuclear, que no ha demostrado "suficientes garantías" de que exista una expectativa razonable de operabilidad.
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A este respecto, consideran que tendrá que ser el organismo regulador el que aclare "a qué se refiere con esta información". De este modo, han reiterado que "todo está en orden" en la planta, que "continúa funcionando perfectamente", por lo que "no cabe" tomar nuevas medidas en este sistema, porque "los equipos están funcionando con la garantía del fabricante".
"El problema que ha habido está solucionado y solventado", han subrayado en relación con la inspección radiactiva realizada a finales de enero en la que cinco técnicos analizaron el funcionamiento de cuatro bombas del sistema de refrigeración. Desde Almaraz recuerdan que además de esta, hay una quinta bomba "disponible y en línea" que puede sustituir de forma inmediata a cualquiera de las otras cuatro "en caso de necesidad". Así, la dirección de la central asevera que el Sistema de Agua de Servicios Esenciales "ha estado operativo en todo momento, quedando siempre garantizada la función esencial" de éste, así como "la seguridad de la planta".
En este sentido, la Central Nuclear de Almaraz reafirma que "desde el inicio de la operación" de esta planta "se han venido realizando los planes de mantenimiento periódicos, de acuerdo a las prácticas de la industria en cada momento y a las recomendaciones de los manuales de los fabricantes de los equipos".
Finalmente, respecto a otra de las conclusiones del informe que apunta que "el titular no mostró la diligencia debida en la obtención, documentación y transmisión de información relevante para el análisis de las anomalías detectadas", la central defiende que "en todo momento se ha mantenido puntualmente informado" al Consejo de Seguridad Nuclear "sobre las actuaciones llevadas a cabo tras las incidencias detectadas, así como del plan de acción previsto para garantizar la operabilidad del sistema y la operación segura de la Planta".
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Falta de mantenimiento
La inspección requirió específicamente información sobre las medidas de holguras del montaje del citado anillo corta-aceite y el titular señaló que en el montaje de los motores "nunca" se realizaba esa comprobación y que esa pieza no se había cambiado nunca porque era la original antes de la renovación de los motores, aunque "en la mayoría de los casos habían sido cambiados".
Esto se debe a que la revisión general de los motores tenía una periodicidad de siete años, de modo que se revisaron en 1989, 1990, 1993 y 1994 respectivamente. Sin embargo, en 1997 se aprobó una modificación para cambiar esa frecuencia de revisión. De este modo, "dicha comprobación no se ha efectuado desde al menos 1994".
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Pero antes de esa fecha, ya había sido necesario sustituir el corta aceites por no cumplir las holguras. El titular explicó a los inspectores la información adicional aportada tras la inspección reactiva no modifica la valoración de los fallos de estos motores, lo que ha motivado la apertura de las condiciones anómalas.
Esto se basa en que en todas las ocasiones en que se cambió la pieza antes de la renovación de los motores, el titular afirma que el cambio no fue motivado por "comportamientos anómalos" del motor, ni generó ruidos, ni vibraciones, sino que su desgaste fue detectado en la revisión o por la presencia de fugas que impregnan el estator.
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Tras la inspección reactiva, los técnicos concluyen en su informe que el titular "no ha demostrado suficientes garantías" de que exista una expectativa razonable de operabilidad de dos bombas, así como de la bomba común del sistema.
Antigüedad superior a 20 años
Las piezas instaladas en los motores de las tres bombas tienen "en el mejor de los casos, una antigüedad superior a 20 años". La inspección destaca también que no realizar las medidas dimensionales del sello corta aceites durante un tiempo "tan prolongado" denota un "problema de mantenimiento de los motores".
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Por último, los inspectores reflejan en el informe dirigido a la dirección de seguridad nuclear del CSN que durante la inspección el titular "no mostró la diligencia debida en la obtención, documentación y transmisión de la información relevante para el análisis de las anomalías detectadas".
Por su parte, el titular añade en el comunicado que desde el inicio de la operación de la central -en 1983 y 1984- se han realizado planes de mantenimiento periódicos, según las prácticas de la industria en cada momento y las recomendaciones de los manuales de los fabricantes de los equipos.
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Finalmente, defiende que "en todo momento" se ha mantenido "puntualmente informado" al Consejo de Seguridad Nuclear sobre las actuaciones llevadas a cabo tras las incidencias detectadas, así como del plan de acción previsto para garantizar la operabilidad del sistema y la operación segura de Almaraz.
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