Secciones
Servicios
Destacamos
Borja Robert
Domingo, 17 de enero 2016, 07:43
Si dentro de millones de años existe una civilización capaz de estudiar el pasado geológico de la Tierra, encontrará pruebas de que la humanidad estuvo aquí. Hallarán estratos de roca compactada con restos de hormigón, aluminio, plásticos, hollín y trazas radiactivas que contarán la historia ... de un profundo cambio en la superficie del planeta. Un cambio que no es consecuencia de bruscas erupciones volcánicas, ni del impacto de un meteorito gigante, ni del desplazamiento de las placas tectónicas, sino de los actos de una especie: el Homo sapiens.
Un equipo de investigadores británico anunció la semana pasada que ha identificado pruebas convincentes de que la actividad humana de las últimas décadas ha dejado huellas indelebles en la historia geológica de la Tierra. Que los cambios provocados en la atmósfera y la superficie son tales que podrán reconocerse dentro de muchos millones de años. Que el Antropoceno, la era -técnicamente, la época- de los humanos, ya ha comenzado.
«La humanidad está afectando al planeta, incluyendo procesos geológicos a largo plazo, de forma cada vez más intensa», aseguran los investigadores, del Servicio Geológico Británico (BGS) en un artículo publicado el pasado jueves en la revista científica 'Science'. Según sus cálculos, aproximadamente desde mediados del siglo XX, estas alteraciones son suficientemente distintas como para distinguirse del Holoceno, la que de momento aún se considera la época geológica presente.
Para estudiar cómo era el pasado remoto de la Tierra, los geólogos analizan las características de los estratos que se acumulan, en capas, por el propio paso del tiempo. Lo nuevo entierra lo viejo, lo comprime y lo esconde en el subsuelo. También analizan las bolsas de aire que se quedan atrapadas en el hielo y que acaban enterradas en lo más profundo de los lugares con nieves perpetuas. En los primeros encuentran pistas sobre la superficie del pasado, y en las segundas, sobre cómo era la atmósfera. Donde encuentran diferencias sustanciales entre dos capas señalan un cambio de época.
«Cualquier reconocimiento formal de que hemos entrado en el Antropoceno tiene que basarse en si los humanos han alterado el sistema terrestre lo suficiente como para dejar su propia huella estratigráfica en los sedimentos y en el hielo que sea claramente distinta de la del Holoceno», afirman los científicos. Su investigación, recalcan, aporta pruebas para apoyar este cambio de época. Aunque pueden encontrarse evidencias de cambios desde el siglo XIX, desde mediados del siglo XX son más claras. Las detonaciones atómicas, el aumento del nivel del mar y del CO2 en la atmósfera o la aparición de nuevos materiales dejan marcas permanentes en el suelo y en el aire.
«La humanidad ha alterado su entorno durante muchísimo tiempo», explica Colin Waters, investigador del BGS y líder del trabajo. «Pero recientemente se ha acelerado la diseminación de nuevos materiales como el aluminio, el cemento y los plásticos, que dejan su rastro en los sedimentos. La quema de combustibles fósiles ha dispersado ceniza por todo el mundo y, además, a esto se suman los años en los que se detonaron más bombas atómicas, que dejan radioisótopos esparcidos también». Por primera vez, son seres vivos los que alteran la geología, y no al revés.
Los seres humanos modernos ya existían antes del último cambio de época. El Holoceno empezó hace unos 11.700 años, cuando concluyó el último periodo glaciar. A menudo se vincula esta retirada de los hielos con la proliferación de los humanos que llega a nuestros días. A partir de ese momento florece el desarrollo de herramientas y avances técnicos y sociales que conducen a las civilizaciones modernas. Los últimos cien años han bastado para poner fin a esos tiempos de emancipación de la humanidad. La época anterior, el Pleistoceno, duró más de dos millones de años (una pequeñez dentro de los 4.600 millones de años que se calcula que tiene la Tierra como planeta).
«Estas nuevas trazas estratigráficas apoyan la formalización del Antropoceno a nivel época, con un límite inferior que corresponde con mediados del siglo XX», apuntan los científicos. «Su formalización es un asunto complejo porque, frente a lo que ha ocurrido con el resto de subdivisiones del tiempo geológico, la utilidad potencial de un Antropoceno delimitado va mucho más allá del alcance de la comunidad geológica». Hacerlo, señalan, alerta de que los cambios que provoca la humanidad no solo perdurarán, sino que probablemente se intensificarán.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.