El Ayuntamiento de Madrid responde a las críticas: «Nadie sabe cómo visten los Reyes Magos»

Además los camellos fueron sustituidos por triciclos y hubo hasta un DJ que ponía música discotequera en vez de Villancicos. En total casi 300.000 euros menos que el año pasado como ahorro. Ni rastro de oro, incienso o mirra.

Sus Majestades no solo trajeron algo de lluvia a la capital, también polémica por su irregular vestimenta. Los colores vivos de los vestidos, lejos de los tradicionales, llenaron de comentarios la red. Melchor por ejemplo recordaba al famoso mago galés Merlín, Baltasar portaba un turbante fucsia con plumas de faisán y rastas. Ni comparación tiene con el típico blanco pintado con betún de otros años. Porque pese al estilo de Bob Marley, era negro de verdad. Y por último Gaspar, sin duda el rey de la noche. Éste llevaba una barba de lo más hipster y una túnica rosa con estampados de aves. Y claro, eso canta. Y mucho.

Encima, para más inri, ahí están las redes sociales, que hacen de altavoz de todo lo que rodea a cualquier evento. Como en casi todo, división de opiniones. Mensajes a favor y otros en contra de estos cambios. Porque los hay modernos y más tradicionales. Tiquismiquis o los que les da igual ocho que ochenta. Sin duda hubo alguien que se llevó la palma: Cayetana Álvarez de Toledo. La directiva de FAES y exdiputada del PP acusó a la alcaldesa Carmena de 'dinamitar' la Navidad a su hija de seis años. La pequeña debió darse cuenta de que Gaspar se parecía más al jugador del Real Madrid de baloncesto Sergio Rodríguez o al cómico Dani Rovira que a un rey llegado de Oriente. Y más con esas pintas. Por supuesto que eso, Cayetana jamás se lo perdonará a Manuela.

Y ahí empezó la coña de la noche. Era obvio que las reacciones a la 'curiosa' afirmación de la exdiputada del PP no se harían esperar. Así que con los ya tradicionales 'memes', gift, vídeos y otros mensajes ingeniosos, Twitter se unió a esta polémica convirtiendo en trending topic el hashtag #NoTeLoPerdonareJamasCarmena.

Manuela Carmena no quiso entrar por la noche en el asunto directamente y se limitó a escribir en su cuenta personal de los 140 caracteres un mensaje sobre la polémica Cabalgata madrileña en el que defendió el trabajo del Ayuntamiento. «Tomamos tan en serio las tradiciones que las actualizamos y diversificamos para que sigan importando».

Ya en el Día de Reyes, la alcaldesa respondió con un toque de ironía. Para la juez, lo único que no le "perdonarían jamás" los madrileños sería no trabajar por una capital justa y diversa.

El equipo de Manuela Carmena ha asegurado que "la epifanía de la tradición se ha respetado en su totalidad" y que los trajes "pueden gustar o no, es una cuestión subjetiva". Además, el Gobierno municipal ha añadido que "nadie sabe cómo van vestidos los Reyes". A juicio del Ayuntamiento solo puede existir un debate sobre la "idea creativa" y el atrezzo elegido, "tan válido como cualquier otro" como puede ocurrir "en cualquier otra actividad" escénica, de ópera o música. En este sentido, la misma fuente recuerda que pueden darse montajes de una misma ópera con trajes del siglo XIX o con vestiduras futuristas que no desvirtúan el contenido de la representación.

La cabalgata de Reyes se hizo para que los niños viesen "la magia", tuvo "participación ciudadana", un discurso "precioso" y respetó "el origen de la tradición". A juicio del Gobierno de la ciudad, desde que han empezado las navidades ha habido un número de polémicas "inverosímiles" sobre el número de belenes en la ciudad y sobre la participación de mujeres vestidas de rey en las cabalgatas, cuando en el propio Papa tuvo a una niña vestida como uno de ellos en el oficio de la Epifanía.