Un año oscuro para la ayuda humanitaria

En el informe se denuncia que la comunidad internacional ha fallado estrepitosamente en asumir la responsabilidad colectiva por el inaceptable porcentaje de víctimas civiles que se registra en los conflictos actuales. Se hace especial hincapié en las tácticas y estrategias militares adoptadas por todo tipo de coaliciones, que incluyen la violencia indiscriminada y el uso desproporcionado de la fuerza aérea, lo que provoca un alto grado de sufrimiento entre la población civil.

El estudio de Iecah y MSF valora de forma muy negativa la política humanitaria pública de España que ha continuado su estancamiento con un recorte acumulado del 80% desde 2011. En concreto, se analizan las respuestas al terremoto de Nepal, a la epidemia del Ébola y a la crisis de los refugiados en Europa. La consideración que merece la actuación del Gobierno español es que ha ido en sentido contrario al que debería haber sido un enfoque mínimamente humanitario.

El informe se muestra también muy duro con la reacción europea en la crisis de los refugiados. Se acusa a la UE de hacer caso omiso a los compromisos internacionales y de convertir el derecho de los refugiados en papel mojado. A juicio de Joan Tubau, la Unión Europea se ha centrado en una discusión de cuotas y números que no ha llevado a ninguna parte, impasible con el sufrimiento y la muerte de la gente. Para MSF y el Iecah, Europa ha perdido la legitimidad para solicitar a otros países, y menos aún exigirles, que respeten los convenios internacionales y acaten los principios humanitarios que ella misma no aplica