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Miércoles, 9 de diciembre 2015, 18:40
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, negó ayer que mantenga una relación impropia con una colaboradora y aseguró no tiene «nada que ocultar». Salinas explicó, en una entrevista concedida a la cadena COPE en Baleares y recogida por Europa Press, que actualmente se encuentra «en ... shock y dolorido», pero está convencido «de haber actuado convenientemente» porque no ha hecho «nada», aunque «se pueden haber malinterpretado» sus actos.
Además, el obispo afirmó que se defenderá «de forma honesta, para clarificar las cosas y mostrar a su comunidad que puede y debe continuar esta misión».
Asimismo, indicó que durante estos días está recibiendo muchas llamadas y mensajes de apoyo de otros sacerdotes y de la ciudadanía y manifestó que «es importante que salga y hable» mostrando a los demás que no tiene nada que ocultar. El Vaticano investiga la relación de Salinas con una mujer casada que formaba parte de su equipo en el palacio episcopal. Fue el marido el que denunció la situación ante la diócesis, la Nunciatura y el Vaticano. La prensa de la isla apunta a que el matrimonio pertenece a la alta sociedad mallorquina y tiene tres hijos.
Según relató Salinas, «los hechos están ahí y las actuaciones se han dado, pero otra cosa distinta es la interpretación que se quiera dar de ellos» y añadió que «todo depende del cristal con el que se mira».
En este sentido, el obispo afirmó que viajó a Roma, pero para tratar temas patrimoniales, y no sobre la relación con la colaboradora.
Además, Salinas detalló que le supo mal «tener que aceptar la renuncia de la colaboradora porque estaba cumpliendo bien su misión», aunque indicó que lo entiende «por sus motivos familiares».
También explicó que, a través de Nunciatura, le proponen «calma, confianza y trabajo», aunque afirmó que si llega a la percepción de que no puede seguir adelante dejará que venga otro obispo.
En este sentido, Salinas ha explicado, en una entrevista concedida a la cadena COPE en Baleares, que actualmente se encuentra "en shock y dolorido" pero está convencido "de haber actuado convenientemente" porque no ha hecho "nada", aunque "se pueden haber malinterpretado" sus actos.
Además, el obispo ha asegurado que se defenderá "de forma honesta, para clarificar las cosas y mostrar a su comunidad que puede y debe "continuar esta misión".
Asimismo, ha indicado que durante estos días está recibiendo muchas llamadas y mensajes de apoyo de otros sacerdotes y de la ciudadanía y ha manifestado que "es importante que salga y hable mostrando a los demás que no tengo nada que ocultar".
Según ha relatado Salinas, "los hechos están ahí y las actuaciones se han dado, pero otra cosa distinta es la interpretación que se quiera dar de ellos" y ha añadido que "todo depende del cristal con el que se mira".
En este sentido, el obispo ha afirmado que viajó a Roma, pero para tratar temas patrimoniales, y no sobre la relación con la colaboradora, y respecto a las llamadas, ha subrayado que formaba parte de la labor que desarrollaba en su relación con las instituciones.
Además, Salinas ha detallado que le supo mal "tener que aceptar la renuncia de la colaboradora porque estaba cumpliendo bien su misión", aunque ha indicado que lo entiende "por sus motivos familiares".
Por último, ha explicado que, a través de Nunciatura, le proponen "calma, confianza y trabajo", aunque ha asegurado que si llega a la percepción de que no puede seguir adelante dejará que venga otro obispo.
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