El Papa denuncia que los jóvenes «se radicalizan» utilizando la religión

Entre quienes han escuchado sus palabras en la sede de la nunciatura apostólica de Nairobi donde ha tenido lugar el encuentro estaba Abdulghafur El-Busaidy, presidente del Consejo Supremo de los Musulmanes de Kenia. El islam es la religión del 11% de la población, mientras que la mayoría es cristiana, con un 47% de protestantes y un 23% de católicos. El-Busaidy hizo en días anteriores comentarios sobre la falta de unidad en el país, lamentando la discriminación que sufren los musulmanes debido a la lucha del Gobierno contra el islamismo radical. Son especialmente sospechosos los kenianos de origen somalí, el país de donde proviene el grupo terrorista Al Shabab, responsable de los atentados que ha sufrido el país en los últimos meses.

Francisco ha recordado esta mañana esos «bárbaros ataques», el último de los cuales tuvo lugar el pasado mes de abril en el campus de la universidad de Garissa. Dejó 148 muertos. Ante la perversión de la idea de Dios que suponen estos episodios violentos, el Papa ha asegurado que las religiones «juegan un papel esencial en la formación de las conciencias» y que tienen que infundir en los jóvenes «los profundos valores espirituales de nuestras respectivas tradiciones». Deben, en definitiva, preparar «buenos ciudadanos» que sean capaces de impregnar la sociedad civil de «honradez, integridad», así como de una «una visión del mundo que valore a la persona humana por encima del poder y del beneficio material».

Después el encuentro interreligioso, Francisco ha presidido esta mañana su primera ceremonia religiosa de este viaje por África que le llevará luego a Uganda y la República Centroafricana. Ante decenas de miles de fieles congregados en la universidad de Nairobi, que debieron pasar severos controles de seguridad, el Papa ha centrado su homilía en los jóvenes. Ha comentado que son el futuro de la sociedad y les ha pedido que se preocupen por las necesidades de los pobres y que rechacen todo prejuicio y discriminación. También ha hecho un llamamiento contra el aborto criticando la «arrogancia de los hombres» que ponen en peligro la vida «de los inocentes aún no nacidos».