Aparcamiento de la playa de Solpelana.

En verano, el coche siempre aparcado a la sombra

El sol puede elevar hasta los 80 grados la temperatura de la chapa y hasta los 72,8 el interior del vehículo

José Luis Álvarez

Domingo, 9 de agosto 2015, 07:46

Las altas temperaturas son un riesgo en el interior de un coche aparcado al sol, un peligro que por lo general se obvia o minimiza. Un estudio realizado por el RACC y el el automóvil club suizo (TCS) destaca entre sus conclusiones que permanecer dentro ... de un vehículo parado y sin aire acondicionado puede resultar peligroso, ya que el interior podría alcanzar los 55 grados con una irradiación directa cuando la temperatura exterior es de 35.

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Para el estudio, los expertos utilizaron dos coches, un blanco y otro negro, teniendo en cuenta la marcada diferencia existente en la absorción del calor que ofrece cada uno de los colores. Así se determinó respecto a la carrocería que después de haber expuesto ambos vehículos a la radiación solar durante una hora 60 minutos, se ha podido medir una diferencia de casi 20 grados entre ambos coches, 80 el de color negro y 63 el blanco. Tocar brevemente la superficie de un coche expuesto al sol únicamente durante diez minutos puede provocar quemaduras en la piel.

Por eso hay que tener en cuenta el tono de la pintura y el lugar donde se va a utilizar el vehículo en el momento mismo de la compra.

En el interior las cosas no son muy diferentes. Una exposición continua al calor puede hacer que la habilidad del cuerpo de compensar la temperatura corporal se vea afectada, produciendo mareos y en determinadas ocasiones requiera de asistencia hospitalaria de emergencia, según advierte el estudio. Por ello, permanecer dentro de un vehículo resulta peligroso a partir de una temperatura interior de 40 grados, la cual se alcanza al cabo de 42 minutos (cuando la temperatura exterior es de 25 grados constantes).

En el caso de una temperatura exterior de 35 grados, se podrían alcanzar los 55 en el interior del vehículo al cabo de 60 minutos. Pero es que pasados 42 minutos, los expertos midieron una temperatura de 72,8 grados sobre la superficie del salpicadero. El efecto de una temperatura de esta magnitud al contacto con la piel del ser humano puede conllevar daños en la piel en tan solo unos segundos.

El estudio destaca que un parasol colocado de forma correcta en el parabrisas del vehículo puede reducir de forma significativa la temperatura del salpicadero, como mínimo de once grados.

Además desmitifica la práctica habitual entre muchos conductores de dejar las ventanas un poco abiertas en un vehículo estacionado bajo la exposición solar. La medida no es suficiente para mantener el interior del vehículo fresco, pues solo genera una diferencia de temperatura de dos grados respecto a dejar las ventanillas cerradas.

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Y antes de iniciar el desplazamiento, el estudio del RACC aconseja que se tome su tiempo para abrir todas las puertas del vehículo y permitir que entre aire fresco durante unos minutos antes de entrar. Esto ayudará a evitar las altas temperaturas durante el viaje.

Además, antes de hacer uso del aire acondicionado, se recomienda sacar el aire caliente de los conductos de refrigeración del vehículo usando el ventilador del coche durante un minuto. Haciendo esto, permitirá un mejor funcionamiento del aire acondicionado, a la vez que alarga la vida útil del mismo.

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