Daniel Roldán
Domingo, 26 de julio 2015, 07:49
Las familias se han convertido en la verdadera red de apoyo de la sociedad en esta época de crisis. Ha sido allí, entre los más cercanos, donde las personas que se han quedado sin trabajo y que no han podido reincorporarse al mundo laboral, ha ... recibido la ayuda necesaria cuando los soportes de las administraciones se han ido diluyendo. Y ahí han aparecido entre otros los abuelos, estirando los pocos eurillos de sus pensiones para echar una ayuda a los hijos y cuidar de sus nietos.
Publicidad
Hoy gracias a los abuelos muchas familias en España pueden llegar a fin de mes, pagar hipotecas, o permitirse que los jóvenes puedan seguir estudiando. Hoy hay muchos abuelos que han vuelto a acoger a sus hijos y sus familias, ofreciéndoles apoyo, techo y mesa. Y esto lo hacen renunciando a pequeños caprichos, asegura el padre Ángel, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz. A veces pienso que esta solidaridad intergeneracional está evitando no sólo muchos disgustos, sino algún serio estallido social, incide.
No solo han derrochado cariño y prestado dinero. También han donado horas de su tiempo para que los padres puedan ir a trabajar o busquen un empleo sabiendo que están en las mejores manos. Hasta siete horas al día están haciendo de canguros, según la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación de Europa. Son dos más que la media europea. Los abuelos, que hoy celebran su día, han adquirido un papel fundamental en la educación de los más pequeños. Esta relación también es beneficiosa para los abuelos, ya que les ayuda a combatir la soledad, les hace sentir más vivos y útiles.
Pero hay que poner ciertos límites. Cuidar a los niños debe ser una actividad placentera para abuelo y nieto, evitando que se convierta en una carga para la persona mayor, ya que esta situación puede conllevar, a la larga, problemas de estrés, ansiedad o depresión si los abuelos se ven sobrecargados de actividades y responsabilidades, asegura José Antonio López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Además advierte: En algunos casos, los abuelos y las abuelas tienen la sensación de realizar una jornada laboral a tiempo completo y se siente forzados en unas cargas de cuidados y educación, explica el doctor.
Para sobrellevar sin problemas este labor de canguro, la SEGG recomienda a los más veteranos que hagan lo que puedan y no se sobrecarguen; que aprendan a decir no y pongan límites; que no se sientan culpables por no llegar a tantas cosas como antes y mantengan la forma física. Y, sobre todo, que disfruten de su nieto y los momentos compartidos con él.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.