El 'BusVigía'.

El bus te lleva y regula el tráfico

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos desarrollan un sistema de vigilancia integrado en los autobuses para controlar el uso indebido de los carriles bus

Javier Varela

Domingo, 31 de mayo 2015, 07:58

¿Los autobuses urbanos, nuevos agentes de movilidad? Cada vez está más cerca gracias a un proyecto desarrollado por investigadores del grupo de Computación de Altas Prestaciones y Optimización de la URJC, que consiste en la integración de un sistema de visión artificial mediante cámaras ... embarcadas en autobuses urbanos para vigilar automáticamente el carril bus de una gran ciudad como Madrid. "El proyecto surgió al observar la forma manual de vigilar el carril bus, que utiliza un vehículo adicional de vigilancia, conllevando un coste adicional, con el único fin sancionador", señala el investigador Antonio Sanz Montemayor. "La gente no tiene una percepción de verdadera vigilancia, si no se aparca más es por una cuestión ética. Se nos ocurrió que el propio autobús podría integrar un sistema automático, y se empezaron a detectar muchas más ventajas de esta automatización, como la mayor densidad de vigilantes que implicaría una mayor sensación de vigilancia, la consecuente eliminación de barreras físicas por esa sensación, la eliminación de vehículos adicionales".

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Pero no hablamos de una cámara que grabe todo el trayecto del autobús con el único objetivo de sancionar a los coches que incumplan la ley de tráfico. De hecho, desde el punto de tecnológico, el reto es complejo y se encuadra dentro del campo de la visión artificial, área de conocimiento interdisciplinar que trata de simular la visión humana mediante cámaras y computadores. "Se pretende que un ordenador tome decisiones en tiempo real analizando las imágenes de la cámara sobre si el autobús tiene obstaculizado su carril de uso exclusivo o no. Algo que para un humano es fácilmente valorable, es de gran dificultad cuando se busca su automatización por la gran variabilidad visual del entorno", señalan los investigadores, Antonio Sanz y Juan José Pantrigo.

Sin embargo, el 'BusVigía' no pretende sancionar a los vehículos, puesto que para ello ya existen otros sistemas de reconocimiento automático de matrículas (ALPR, Automatic License Plate Recognition), que se pueden integrar en los autobuses. "El ánimo de la propuesta no es recaudatorio, sino el fomento del uso racional del espacio disponible para circular, la eliminación de peligrosas barreras físicas y la reducción de los costes asociados al mantenimiento de las barreras y a la vigilancia. El espíritu del sistema es la mejora global del tráfico rodado en la ciudad, tanto público como privado", señala Sanz Montemayor.

En un mes, 500 infracciones

El sistema ha participado en una prueba piloto de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) con muy buenos resultados, tan buenos, que la universidad está a la espera de que alguna empresa busque rentabilizar esta investigación puntera que se realiza en España. "A nivel científico era un reto alcanzable, el objetivo era probarlo, demostrar su viabilidad y tratar de que una empresa pudiera comercializarlo", señala el investigador. En un solo mes de trabajo, un único sistema 'BusVigía' detectó automáticamente del orden de 500 infracciones, por lo que "hemos trabajado durante meses haciendo pruebas y mejorando nuestros algoritmos. Creemos que con una densidad de sistemas automáticos nadie pararía su vehículo en un carril bus y se conseguirían todos los objetivos propuestos: eliminación de vehículos sancionadores, eliminación de peligrosas barreras físicas en la calzada, mejora del servicio público, e incluso la oportunidad de utilizar los carriles bus de maneras más ingeniosas".

Pero el BusVigía ofrece diversos usos para los carriles bus, porque "con un sistema disuasorio tan efectivo como 'BusVigía' se evitarían en poco tiempo las obstaculizaciones del carril bus, se podrían eliminar los peligrosos separadores físicos y, aún más importante, se abriría la posibilidad de implantar y controlar automáticamente los carriles de uso múltiple, como los que pueden encontrarse en ciudades como Los Ángeles", añaden. En casos como éste, y dependiendo de las franjas horarias, el carril puede actuar como zona de estacionamiento, de circulación restringida o circulación general. "De esta forma, se facilita el aparcamiento en horas nocturnas de poco tráfico, la conducción de todo tipo de vehículos en zonas horarias de media actividad y la exclusividad para el transporte público en franjas horarias de mayor densidad de tráfico. Como consecuencia, se recuperaría espacio para mayor disfrute de los vecinos de las zonas con carril bus y se mejoraría su cumplimiento de forma automática".

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