Los jóvenes apuntan al acoso como el principal riesgo de las redes sociales

"Pese a una cierta incomprensión por parte de los adultos, los jóvenes no usan las redes sociales de forma ingenua. Saben que hay un precio", ha asegurado el director técnico de la FAD, Eusebio Megías. Según su estudio, elaborado a partir de una encuesta a 800 jóvenes de entre 16 y 20 años que usan activamente las redes sociales, ellos mismos son conscientes tanto de las ventajas como de los inconvenientes de utilizarlas. "Se ve constantemente cómo entremezclan los aspectos positivos y negativos", ha recalcado.

Los peligros más destacados que identifican los jóvenes encuestados son los casos de acoso. Más de la mitad asegura que el abuso entre compañeros ocurre con "bastante o mucha frecuencia". También, en una proporción parecida, identifican casos de envío de imágenes comprometidas sin consentimiento. Son menos, aunque significativos también, los que ven en el acoso de adultos a menores un riesgo habitual. "Lo que está claro es que son conscientes de los riesgos", ha asegurado Megías. "Saben que si ponen una foto desnudos en la red supone un riesgo. Pero, como adolescentes, también ven otras cosas que ellos imaginan que pueden ser ventajas".

La percepción de los riesgos de las redes sociales, en general, es más acusada entre las mujeres. "Esta dimensión de la percepción de riesgo nos lleva a pensar que su victimización en las redes sociales es mayor", ha afirmado Megías. Es decir, probablemente los sufren más directamente o conocen más casos cercanos. En cualquier caso, las chicas son más cautas a la hora de valorar las redes sociales. "Son más críticas a la hora de señalar los peligros y también confían menos en las ventajas", ha indicado el director técnico.

Según la encuesta, una mayoría de jóvenes ha sentido alguna vez la necesidad de desconectarse temporalmente de las redes sociales para "no saturarse". Pero eso no significa que se consideren "adictos", algo que el 90% descarta. Dos de cada tres, pese a todo, reconoce que les dedica un "tiempo excesivo". Y también son más de la mitad los que aseguran no preocuparse cuando no tienen acceso a ellas. "Una cosa es tener la sensación puntual de que se están pasando, pero no significa que sean dependientes", ha señalado Megías.