Un asesor del Papa critica la indiferencia de la ONU ante Siria y la matanza de cristianos

Un toque de atención necesario ante la situación que vive el mundo. "¿Por qué la ONU es tan indiferente en Siria? Yo he estado en Jordania, en los campos de refugiados de sirios, iraquíes y de otros países árabes y se te parte el corazón. ¿Por qué se permite?", se ha preguntado Maradiaga en un desayuno informativo. "Debemos hacer algo", ha exhortado tras rechazar de plano la excusa del costo político que ha escuchado entre bambalinas por parte de dirigentes políticos.

Esa misma petición de ayuda para Oriente Próximo la ha trasladado para los cristianos que sufren represalias en África. Recogiendo las palabras del Pontífice, que ha reclamado en varias ocasiones el respeto para todas las religiones y el fin de las matanzas por motivos religiosos, el arzobispo centroamericano ha exigido a los gobiernos occidentales que actúen de la misma manera ante estas atrocidades como si fueran propias. Ha recordado, con pesar, que el número de fallecidos en el accidente del avión de Germanwings en los Alpes franceses es muy similar a los estudiantes asesinados en Kenia. "¿Por qué se mira hacia otro lado? ¿Por racismo, por tener otro color de piel?", se ha cuestionado el cardenal, que también se ha mostrado muy crítico con la situación en Venezuela.

Maradiaga ha recordado el enfrentamiento ("Una caricia muy interesante") que mantuvo con Hugo Chávez hace ya ocho años cuando le llamó "loro" y "payaso imperialista". Ahora, el arzobispo no ha movido un ápice su postura. "Hay que decir la verdad. Un pueblo no puede ser gobernado por dictadores. Reprimir como se está haciendo a la oposición no se debe", ha señalado el cardenal hondureño. "Venezuela se aísla a sí misma porque reprime la libertad", ha indicado.

Curia

El arzobispo de Tegucigalpa ha repasado en Madrid también los males del sistema económico y las consecuencias de la crisis. "Se busca más dinero, más poder, más juventud, más fama, pero no más amor", ha explicado Rodríguez Maradiaga, quien considera que "un capitalismo insolidario es anticapitalista". Por este motivo, el también máximo responsable de Cáritas Internacional ha pedido que se tengan en cuenta a las políticas sociales en la evolución de la economía, cuya evolución "tiene que afectar a todos los eslabones de la cadena".

Unas ideas que comparte con el Papa, con quien se verá la semana próxima en la novena reunión del G-9. Un grupo de cardenales donde se estudia cómo modernizar y adecuar a los tiempos la curia romana. "La curia ya no es una corte papal. Tal vez en el pasado, pero ahora no. Está para servir", ha explicado. En estas reuniones, participa el Papa "como uno más", escuchando mucho y pidiendo aclaraciones. "Come con nosotros", ha comentado Maradiaga. En esa apertura deseada por el Papa, también es necesaria la presencia de nuevos rostros. O cambios en los que ya están. "Sin la reforma de las personas, no hay reforma", ha señalado. Eso incluye a mujeres ("Claro que sí") y a miembros de la Iglesia que están con los más necesitados como el padre Ángel.