Secciones
Servicios
Destacamos
Óscar Bellot
Martes, 17 de marzo 2015, 11:37
Es el santo patrón de Irlanda, pero su celebración llena de colorido tanto las calles de ciudades estadounidenses como los callejones de la tierra desde la que arribaron los ancestros de muchos de quienes hoy pueblan el país de las barras y las estrellas. Boston, ... Filadelfia, Chicago, Denver y, por supuesto, Nueva York. Metrópolis todas ellas en las que el 17 de marzo refulge el espíritu de San Patricio con tanta fuerza como en Dublín, capital de la República de Irlanda que acoge cada año un festival de cinco días de duración en el que el verde tiñe cada centímetro de sus barrios. Y aunque no lleguen a semejantes cotas de exaltación, urbes españolas como Madrid, La Coruña, Zaragoza o Salamanca reservan un hueco en su calendario para dar cabida a actos que atraen tanto a irlandeses de nacimiento como a aquellos que simplemente se apuntan a beber una buena pinta de cerveza mientras bailan, convenientemente ataviados con el color de la hierba, temas que forman parte del folclore irlandés. Un festejo lleno de anécdotas y curiosidades que conviene repasar tal día como hoy. Aquí van unas cuantas.
1. ¿Quién fue San Patricio? Fue un misionero cristiano, nacido en el norte de Britania y apresado durante su adolescencia por piratas escotos que lo trasladaron al territorio sobre el que hoy se asienta Irlanda. Lo mantuvieron esclavizado durante seis años. Escapó tras un revelador sueño. Tras un extenso periplo por distantes lugares, acabó predicando el Evangelio en Irlanda, que por entonces se dividía en clanes sometidos a los dictados de los druidas. Su labor misionera le valió ser reconocido como el introductor del Cristianismo en esos parajes. En ellos falleció el 17 de marzo del año 461. El patrón de la Isla Esmeralda no era, por tanto, irlandés, pues procedía de un pueblo escocés, y su nombre real tampoco era Patricio, sino Maewyn. Hoy es patrón de la ciudad de Murcia, cuya reconquista se culminó el día de la festividad de San Patricio en el año 1452, así como de la localidad granadina de Albuñol, en cuya playa habría aparecido una imagen del santo arrojada al mar por un barco irlandés naufragado.
2. El primer desfile de San Patricio. Las paradojas rodean la festividad del Saint Patrick's Day. Contrariamente a lo que dictaría la más elemental lógica, el primer gran desfile organizado en honor al santo patrón de Irlanda no se celebró en aquellas tierras sino al otro lado del Atlántico. Fue Boston, en 1737, la ciudad que lo acogió, ejemplificando así su condición de principal centro receptor de la inmigración irlandesa en Estados Unidos. No hay más que recordar que de la tierra de San Patricio preceden algunas de sus familias más ilustres, como los Kennedy.
3. El trébol de San Patricio. Si por un símbolo se identifica a Irlanda, ese es el trébol. ¿Por qué? La razón hay que buscarla también en la vida y las enseñanzas de San Patricio, quien empleó esta flor para explicar a los irlandeses los misterios de la Santísima Trinidad. Según transmitió, ésta era una misma unidad, como el trébol, solo que con tres personas diferentes: una hoja del trébol correspondía al Padre, otra al Hijo y la última al Espíritu Santo.
4. La cerveza no siempre regó la fiesta. Aunque hoy en día es inconcebible celebrar el Día de San Patricio sin agarrar una buena jarra de cerveza, esto no fue siempre así. De hecho, el alcohol estuvo durante mucho tiempo ausente del evento, al menos en Irlanda. La razón hay que buscarla en una ley promulgada a comienzos del siglo XX en la que se establecía el carácter religioso de la fiesta y, como 'daño colateral', se establecía la prohibición de abrir los pubs el 17 de marzo. La norma estuvo vigente hasta 1970, cuando los irlandeses ya sí pudieron mojar el gaznate sin miedo a las consecuencias legales de tamaño divertimento.
5. Del azul al verde. Parece imposible pensar en una festividad de San Patricio sin que una marea verde inunde la imagen mental. Pero tampoco esto se ha mantenido inmutable. En realidad el azul fue el color asociado a esta festividad en los primeros tiempos. No fue sino hasta el siglo XVII cuando los ropajes comenzaron a teñirse de verde. Nada más lógico, teniendo en cuenta que ese es uno de los colores de la bandera irlandesa, tierra conocida precisamente como la Isla Esmeralda por sus verdosos paisajes y, por supuesto, el del trébol con el que San Patricio detalló qué era la Santísima Trinidad. De otros parajes lejanos, los estadounidenses, procede la tradición de pelllizcar a quienes osen participar en las celebraciones sin ir vestidos de verde.
6. La comida tradicional. Buena parte de las festividades, ya sean religiosas o seculares, tienen sus alimentos asociados. Y el Día de San Patricio no podía ser menos. La carne en conserva acompañada con col es la reina de la jornada. Aunque en su día, no era carne lo que los irlandeses mezclaban con la verdura, sino bacon. El cambio, como tantos otros, vino motivado por las necesidades de los inmigrantes irlandeses que arribaron a las costas estadounidenses. Sus apreturas económicas les obligaron a conformarse con algo menos suculento. O más, pues en cuestión de paladares no hay nada escrito.
7. La palabra que no puedes dejar de pronunciar en cualquier brindis. ¿Qué hay que decir al chocar la copa con los amigos o la pareja? Pues habrá que aprender algo de gaélico. Y para quienes no quieran comprarse un diccionario, les bastará con apuntarse este vocablo: 'Sláinte'. Se pronuncia como SLAN-cha y corresponde a nuestro tradicional 'Salud'.
8. #Olaverde. La festividad en los tiempos de internet. Pese a su indudable importancia para los irlandeses, el Día de San Patricio no empezó a cobrar impulso sino hasta 1996, cuando las calles de Dublín acogieron su primer gran desfile. El Gobierno irlandés cobró entonces conciencia de su potencial como elemento internacionalizador de su cultura. Desde entonces, los festejos se han multiplicado y, como no podía ser de otro modo, han llegado también a la red. Twitter se viste también ese año con el color tradicional de Irlanda. Agrupados bajo el hastag #Olaverde, los 'trinos' se suceden por los cuatro puntos cardinales del planeta. Disneyland Paris, la Torre de Pisa, el Coliseo de Roma o la madrileña Puerta de Alcalá rinden tributo al patrón de la Isla Esmeralda.
9. Adiós a la discriminación. El pasado domingo fue histórico en Boston. Por primera vez en sus 114 años de historia, los actos organizados por el Día de San Patricio permitieron la participación de organizaciones de gais, lesbianas y transexuales. Entre las decenas de carrozas que abarrotaron las calles de la ciudad figuraban las de colectivos como Boston Pride y OutVets, demostrando el creciente pluralismo que impera en la localidad de Massachusetts. Se pone fin así a décadas de discriminación fundamentadas, según quienes defendían el veto a estos colectivos, en la supuesta contradicción existente entre la homosexualidad y los preceptos del Cristianismo.
10. El Doodle de San Patricio. ¿Alguien pensaba que Google se olvidaría de tamaño acontecimiento? Nada más lejos de la realidad. Unos tréboles tocando instrumentos son la original propuesta del buscador más utilizado del mundo para recordar quién manda el 17 de enero en todo el mundo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.