El historiador e hispanista francés Joseph Pérez.

Tan malos como el resto

El hispanista francés Joseph Pérez defiende en 'La leyenda negra' que las potencias europeas hicieron las mismas atrocidades que el imperio español

DANIEL ROLDÁN

Miércoles, 14 de mayo 2014, 12:31

La Inquisición, la expulsión de los judíos y los moriscos de España o los abusos de los colonizadores en América. Son algunos de los hechos que jalonan la historia de España desde 1492 y que el resto de las potencias europeas (franceses, ingleses y neerlandeses) ... se han encargado de recordar durante varios siglos.

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Pero el imperio español no fue el único que cometió atrocidades. El hispanista francés Joseph Pérez (Foix, 1931) defiende en 'La leyenda negra' que todos los reinos hicieron lo mismo, con un grado mayor o menor.

Pérez no quita un ápice a la gravedad de lo que hicieron los monarcas españolas, desde la expulsión de los moriscos hasta los abusos en Flandes. Sin embargo, lo que más caracteriza al caso hispano es que la población lo ha interiorizado como propio generación tras generación. "En Francia, todos saben que Luis XIV no fue nada tolerante con la expulsión de los hugonotes. Es más, no tiene nada que envidiar a lo que hicieron los Reyes Católicos", explicó el historiador.

Además, añadió que en su país natal nadie pide explicaciones ni reprocha ese tipo de actitudes. "Se describe y ya está", indicó Pérez. Por otra parte, destacó la "interiorización" de estos hechos como algo propio y que los dirigentes españoles lo recordaban de forma constante. En este apartado, jugó un papel importante la religión católica, ya que sus regidores hacían hincapié en la Inquisición o la expulsión de los herejes.

Falsa decadencia

Esta leyenda negra comenzó a finales de la Edad Media con la expansión de la Corona de Aragón por el Mediterráneo, más en concreto en Italia. Surgió como reacción al éxito y a los excesos de los nuevos señores. Y este malestar culminó con la Apología de Guillermo de Orange, en 1581. Era la respuesta del monarca neerlandés a las acusaciones de Felipe II, que en una Proscripción le acusó de todo (traición, enemigo de la raza humana, herejía ).

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A partir de ahí comenzaron los furibundos ataques a todo lo que hicieran los españoles y a su monarquía.

El hispanista francés señaló en la presentación junto a los historiadores Santos Juliá y Juan Pablo Fusi, que muchos de los ataque se personalizaban en la casa de Austria gracias a la desinformación. Pérez puso como ejemplo los autos de fe que se produjeron en Valladolid y Sevilla, en el siglo XVI, y donde eran quemados protestantes. "La propaganda protestante sólo se fijo y cargó contra los sucedido en Sevilla. Se olvidó de los de Valladolid", apuntó el autor.

Con este contexto, Pérez sitúa estas cuestiones y las compara con episodios similares que tuvieron lugar por parte de otras potencias. Además, estas críticas no hicieron entrar a España en desgracia. Al contrario que Ortega y Gasset, quien consideraba que desde 1580 España estaba en decadencia, Pérez defiende que el país fue la tercera potencia europea hasta finales del siglo XVIII, "hasta Trafalgar y la emancipación americana". A esta caída en desgracia, también ayudó la falta de bibliografía española. "Dejó de ser una referencia. Luego la historia la escribieron los del norte, historiadores anglosajones", destacó Pérez.

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