Escapadas invernales por la España rural

El humo sesea y las gentes buscan cobijo en el calor del hogar, junto a chimeneas y estufas de leña que aportan un cálido aroma a las calles. Sea cual sea el destino elegido no faltará un buen plato sobre la mesa, pues si de algo puede presumir España es de la excelente gastronomía que ofrece en todos y cada uno de sus enclaves. A todos estos factores se une la hospitalidad de sus gentes y la amplia oferta hotelera, casas y hoteles rurales que cuidan al detalle sus estancias. Motivos más que suficientes para realizar una escapada y disfrutar de los encantos invernales en el mundo rural. Estos son algunos de los destinos más recomendables:

El municipio zamorano de Puebla de Sanabria, perteneciente a la red de Pueblos más Bonitos de España, fue declarado Conjunto Histórico Artístico, título que define a la perfección la belleza de este pueblo. En invierno el frío se apodera de sus tierras y la nieve no falta a su cita, haciendo acto de presencia cada año. La piedra es el elemento fundamental en suelos y muros, mientras la madera domina los balcones, allí todo parece preparado para repeler el frío y la humedad.

El turismo rural es uno de los atractivos más destacados del municipio y las casas rurales ofrecen todo lo que los visitantes demandan. Espacios donde se respeta la arquitectura tradicional, entre aperos antiguos y útiles de labranza. Todo ello al calor de una buena chimenea, perfecta para relajarse, leer un libro, jugar a juegos de mesa o simplemente pasar un rato en buena compañía. Los zamoranos son gentes de buen yantar, factor patente en sus bares y restaurantes.

La hermosa localidad de Potes se asienta en la comunidad autónoma de Cantabria, a los pies de los Picos de Europa, un entorno natural privilegiado protegido bajo la denominación de Parque Natural. El casco urbano se muestra ante el visitante como un conjunto arquitectónico tradicional, adaptado a las características montañosas del terreno y las habituales nieves que tiñen de blanco la localidad cada invierno.

El turismo rural es una de las fuentes de ingresos más importantes del pueblo, pues cada año se acercan hasta allí miles de visitantes con el afán de descubrir la comarca de Liébana y sus alrededores. De ahí su amplia oferta hotelera, con casas rurales para todos los bolsillos y actividades de todo tipo; y sus locales de restauración, perfectos para degustar la contundente y exquisita gastronomía local, elaborada a partir de recetas tradicionales que han ido pasando de generación en generación.

La localidad de Rascafría se sitúa en la Comunidad de Madrid, formando parte del Valle de Lozoya, un enclave singular y muy valorado por los vecinos de la capital. Ubicada dentro del Parque Natural de Peñalara, conserva la arquitectura tradicional de la Sierra de Guadarrama, siendo un lugar muy recomendable para los amantes del senderismo y también, para los apasionados del buen comer.

Como su propio nombre indica los inviernos allí son tan duros como bonitos, la nieve llega todos los años a sus calles tiñéndolas de blanco. Visitar Rascafría supone encontrar un oasis de paz en plena naturaleza, un entorno de alto valor paisajístico poblado por espesos bosques de robles y pinares que alternan con verdes prados. Además, a tan solo dos kilómetros del núcleo urbano se levanta el impresionante Monasterio de El Paular, una edificación excelsa construida en el siglo XIV.

Lleno de encanto se alza el pueblecito de Iznájar, en la comarca de la Subbética Cordobesa, concretamente a orillas del río Genil, en Córdoba. Allí los inviernos son más suaves y el frío aparece en menor medida en comparación con los destinos anteriores. La localidad arrastra una importante carga histórica y conserva un rico patrimonio, concentrado en el casco urbano.

El plano del pueblo se extiende sobre una loma, callejuelas serpenteantes repletas de fachadas blancas y macetas azules discurren hasta el punto más alto del pueblo, culminado por el castillo árabe y la Iglesia de Santiago Apóstol. Visitar la localidad es adentrarse en la cultura andaluza, conocer sus tradiciones y degustar sus deliciosas recetas. Por ello visitar Iznájar es la mejor manera de disfrutar del turismo rural en Andalucía, descansar en cualquiera de sus casas rurales y descubrir la paz de sus rincones, donde el día a día transcurre tranquilo y sosegado.