La mágica Noche de las Velas de Pedraza

Dos noches mágicas que multiplican aún más si cabe la belleza de esta villa medieval amurallada donde el alumbrado público se apaga para dar paso al espectáculo. Miles de velas, colocadas por todo el pueblo, iluminan calles, plazas, patios y jardines creando un ambiente lleno de misterio, tradición y encanto.

Cada una de las velitas que decoran el ambiente está estratégicamente situada, con el fin de formar alguna figura, forma o iluminar un rincón estratégico, una tarea que lleva varias horas de preparación. Trabajo recompensado posteriormente, cuando el sol empieza a caer y la luz natural disminuye, sobre las 8 de la tarde, los vecinos de Pedraza comienzan la minuciosa tarea de encender una a una cada vela.

El pueblo parece retroceder en el tiempo, multiplicando el ambiente medieval que corre por sus calles y muros. Una atmósfera única que se apodera de Pedraza, de sus muros y suelos de piedra que se tiñen de rojo por la luz. Nada de esto sería posible sin la colaboración de sus vecinos. El municipio cuenta con un censo de aproximadamente 450 personas.

Las dos Noches de las Velas que se celebran anualmente congregan miles de visitantes que buscan disfrutar de los días grandes de Pedraza. Resulta tarea difícil encontrar alojamiento en el pueblo si no se realiza la reserva con bastante antelación. Los restaurantes y tiendas típicas de artesanía, gastronomía y suvenires hacen su agosto durante esos fines de semana.

La velada suele culminar con el famoso Concierto de las Velas, evento que comienza sobre las 10 de la noche y donde se representan importantes piezas de música clásica.

A pesar de que la fiesta comienza cuando el sol cae, pasar el día en Pedraza y conocer la localidad es la opción elegida por la mayoría de los visitantes para disfrutar del día y descubrir sus lugares más emblemáticos: la cárcel, el castillo, la Plaza Mayor o la puerta de la villa. Su belleza la llevó a ser nombrada Conjunto Histórico en 1951. Desde la propia localidad se pueden contemplar, además, unas magníficas vistas al valle.