Presentación de la exposición 'Las brujas de Zugarramurdi. Auto de Fe 1610'. Miguel Herreros

'Las brujas de Zugarramurdi. Auto de Fe 1610', en el centro Caja Rioja-Bankia La Merced

La exposición cuenta con cuadros de acuarelas, trajes, paneles explicativos, una maqueta de Logroño del siglo XVII y figuras sobre la brujería y el Auto deque tuvo lugar en Logroño en 1610

la rioja

Viernes, 2 de octubre 2020, 15:36

El centro cultural Caja Rioja-Bankia La Merced de Logroño acoge hasta el próximo 31 de octubre la exposición 'Las brujas de Zugarramurdi. Auto de Fe 1610', que realiza un recorrido por la brujería en el siglo XVII a través de un herbario y ... un aquelarre.

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Juan Latasa, coordinador de la muestra junto a Marta Pérez, ha explicado a Efe que la exposición cuenta con cuadros de acuarelas, trajes, paneles explicativos, una maqueta de Logroño del siglo XVII y figuras sobre la brujería y el Auto deque tuvo lugar en Logroño en 1610.

También hay un espacio que trata sobre la mitología vasca que incluye a seres como Basajaun y las lamias; y otro sobre «el Brujo de Bargota», en el que se cuentan diferentes anécdotas sobre su vida.

Una de estas anécdotas, ha relatado, es el asesinato del Conde de Aguilar, perpetrado por el Brujo de Bargota y la Bruja Endregoto, quienes le hicieron un hechizo para que consiguiera la eterna juventud, pero en el proceso había que matarlo.

«Una vez muerto, hicieron todos los conjuros y la leyenda decía que tenía que cantar tres veces, pero solo lo hizo dos», ha indicado.

Ha matizado que hay autores que afirman que la Bruja Endregoto murió en la hoguera en el año 1610 pero «no fue así, sino que fue dos años más tarde».

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Además, Latasa ha explicado que la quema de las brujas y brujos de Zugarramurdi (Navarra) estuvo motivada porque Fray León de Araníbar quería quedarse con las tierras colindantes a su ciudad que pertenecían a los vecinos de la comarca de Zugarramurdi.

Los vecinos, ha señalado, le dijeron que no le iban a ceder las tierras a la iglesia, por lo que apareció en escena Pierre de Lancre, un inquisidor civil que consiguió que una de las vecinas del pueblo acusara al pueblo de Zugarramurdi de brujería, por lo que, más adelante se realizó el Auto de Fe de 1610.

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Ha relatado que dos años después de lo ocurrido, uno de los inquisidores que estuvo en el Auto de Fe de 1610, Alonso de Salazar y Frías, afirmó que «lo que había sucedido ese día fue una injusticia, y a partir de ahí, no se volvieron a quemar brujas en Logroño».

Otra de las curiosidades de la exposición es la historia de la calle Juan Lobo de Logroño, ya que popularmente se le atribuye a Juan Lobo el bandolero, quien se dice que fue ayudado por el Brujo de Bargota; pero en realidad, el nombre de esta calle se puso en honor a un boticario que se llamaba de la misma forma.

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Ha subrayado que esta exposición es «humilde aunque ha quedado decente con los recursos que se han podido conseguir».

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