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Este fin de semana, la localidad de Briones debía haberse transportado al pasado, concretamente al año 1.379. La Paz de Briones entre Enrique II de Trastámara, rey de Castilla, y Carlos II, rey de Navarra, evoca cada año a toda la población brionera a ... celebrar sus míticas Jornadas Medievales. Sin embargo, el COVID-19, como en otros tantos eventos y festividades, obligó a suspender una cita que congrega anualmente a miles de personas.
Los visitantes no acudirán a un pueblo, que durante un fin de semana al año rememora los oficios y costumbre de otra época. Las luchas a espada, la Justa o la popular baqueta, son actos que este año no reunirán a curiosos o amantes del medievo. En su lugar, y para mantener el espíritu de un acontecimiento que celebraba este año su XXIV edición, los brioneros, artífices del desarrollo del evento, engalanarán sus casas y balcones, y recorrerán las calles de la localidad en su actividad habitual, ataviados con los ropajes de la época.
Briones está triste y resignado, pero una persona que lamenta profundamente la no celebración de la fiesta, es el presidente de la asociación 'Briones Medieval', Jaime Ruiz, que junto con sus compañeros y buena parte del pueblo, organizan y preparan todos los años este evento tan consolidado. «No podíamos creer lo que estaba pasando. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de la gravedad de la situación provocada por el coronavirus, y que las Jornadas Medievales no se podrían celebrar», señala Jaime Ruiz.
El presidente de 'Briones Medieval', que cumple 3 años en el cargo, asume que «no podemos hacer nada, nos da muchísima pena, pero tenemos que abogar por la responsabilidad». Esta semana ha sido muy distinta para Jaime en relación a años anteriores. Las prisas y carreras han dado paso a la tranquilidad, y aunque el trabajo por conseguir que un pueblo se transformara en el mismo, pero de hace siete siglos, era agotador, traía la paz y felicidad y todos y cada uno de los habitantes del municipio.
Jaime Ruiz reconoce y nos cuenta como anécdota que, «lo que se vivirá este año es lo que vivimos el primer año. Apenas teníamos presupuesto y nos vestimos alrededor de 30 personas. Sólo estábamos los del pueblo. La verdad es que me da rabia, pero no podemos olvidar lo que está pasando. Siento una mezcla de tristeza y resignación».
Para finalizar, el presidente de Briones Medieval lanza un mensaje de tranquilidad, y manifiesta que «la gente lo disfrute de otra manera, que se vistan, que salgan a pasear, que adornen sus balcones, que tengan responsabilidad, y que aunque no tenga nada que ver con otros años, intentaremos mantener viva la esencia de las Jornadas Medievales».
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