Los Coleman pasan a despedirse

Aunque lejana en tiempo y geografía, la gestación de este montaje es un ejemplo de heroicidad creativa en tiempos de crisis. Cuando el corralito de Argentina, harto de golpear puertas, Tolcachir abrió la suya y convirtió su casa en Buenos Aires en escuela de teatro. «Una escuela de actores -cuenta- sin horarios, sin apertura ni cierre: se estudiaba por la noche o de madrugada, cuando todos se habían liberado de sus quehaceres alimenticios». Así nació Timbre 4, en Boedo 640, en una 'casa chorizo', como llaman allá a los pisos que enfilan habitaciones junto a un patio.

Viviendo casi como familia, Tolcachir y sus alumnos fueron pariendo a los Coleman; sin más texto que el que iba surgiendo de sus improvisaciones, hasta que dieron con un trabajo digno de representar ante el público. En agosto de 2005, la familia recibía a sus primeros invitados apiñados en su comedor. Luego, noche tras noche, cincuenta personas por sesión, así durante cuatro años, 'La omisión...' se convirtió en un fenómeno teatral. Era de una madurez impactante, difícil de superar. Por supuesto, se llevó todos los premios, giró por América Latina, fue a Nueva York, a Miami, vino a Cádiz, a Almagro, Girona, Madrid... El éxito fue imparable también en Europa.

Gracias al 30º Festival de Logroño en 2009 se ganó también al Bretón. Y hoy, claro, aunque ya Tolcachir y Timbre 4 han actuado en más ocasiones, regresan a despedirse casi con el mismo reparto que entonces: Cristina Maresca (es ahora la abuela que entonces interpretaba Araceli Dvoskin), Miriam Odorico, Inda Lavalle, Fernando Sala, Tamara Kiper, Diego Faturos, Gonzalo Ruiz y Jorge Castaño. Los Coleman.