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Jueves, 8 de marzo 2018, 15:36
Aramón es nieve de calidad rodeado de un entorno único. Dominios esquiables donde descender es todo un placer. Cada temporada, sus estaciones se encuentran entre los centros invernales con mayores extensiones del país, y los esquiadores se mantienen fieles a unas pistas que aglutinan excelentes ... espesores hasta bien entrada la primavera. Pero hay vida mucho más allá de sus trazados y de los descensos vertiginosos, esos que hacen que tanto Cerler como Formigal-Panticosa continúen sumando adeptos y haciendo disfrutar de la nieve. Experiencias difíciles de igualar en la península y que en el Grupo de la Nieve ponen a disposición de todos los usuarios.
En Formigal-Panticosa, el dominio más grande a nivel nacional y uno de los puntos clave del grupo, a los más aventureros les espera un paraje casi virgen por el que cualquier amante de la nieve querría deslizarse. Laderas que ofrecen la oportunidad de disfrutar de descensos prácticamente en solitario en un lugar de ensueño, con la posibilidad de elegir entre diferentes recorridos. Una experiencia casi mística, e irrepetible, desde que se conoce la forma en que se accede a Espelunciecha -así se llama la zona- para llegar a la pista Pipos, de color rojo y con más de 2.000 metros de longitud, la más popular.
Hasta ese trazado inalcanzable para los remontes, el esquiador accede con una máquina pisapistas. La actividad, que ofrece además la opción de alcanzar pistas de máxima dificultad -negras- y se pone en marcha todos los días, es totalmente gratuita para aquellos que hayan adquirido el pase de la estación aragonesa.
La estación situada en el Valle de Tena ha conseguido alcanzar un importante status entre los usuarios gracias, entre otras cosas, a la diversidad de públicos a los que se dirige. Los amantes del snowboarding tienen la oportunidad de lanzarse por un boardercross en el que el objetivo es superar todos los obstáculos y pasar el primero por la meta para ser el campeón. Un recorrido muy divertido en el que los giros y los saltos son una constante para luchar contra rivales durante los más de 1.600 metros de recorrido.
Situado en el sector de Izas Formigal, este circuito diseñado por Lucas Eguibar -subcampeón del mundo de snowboarcross- es uno de esos lugares con encanto que cualquier aficionado debe, al menos, visitar.
FUNNY TRACK (Formigal-Panticosa y Cerler)
La novedad, por el momento, está causando sensación con los saltos, dubies y retos que experimenta el público infantil. No importa el nivel, pues es adecuado para que todos ellos pongan a prueba sus destrezas en los túneles, puentes, los xilófonos para dar con los bastones o el gong. Es parte del equipamiento que ofrecen los dos centros en una actividad tan novedosa como original.
También destinado exclusivamente a niños está el Bosque Encantado de Cerler. Un espacio único que se sitúa en la zona de debutantes de la estación -nivel verde-, en el que se pueden encontrar múltiples sorpresas, cada vez más interesantes desde que se pusiera en marcha hace ya cuatro temporadas. La de este curso, con los sonidos ambientales de bosque y sus animales, es una de las novedades más notorias. Pendientes suaves caracterizan una pista donde pueden deslizarse sin alcanzar altas velocidades
Pero si de diversión hablamos, el toboganning es una de las experiencias más interesantes del entorno aragonés. A la luz de la luna, vivir un descenso por una pista iluminada de 2,5 kilómetros de extensión podría considerarse un sueño para cualquiera. Algo posible gracias a la actividad que Formigal ha puesto en marcha cuando la estación cierra sus puertas. Serán solo algunos los afortunados en descender por ese largo trazado montados sobre un trineo clásico de madera en lo que será el final de una larga noche que comenzará a las 19:00 horas en la zona de Cantal. Una exquisita cena italiana en Trattoria Cantal acompañado de amigos o familiares será el antecedente perfecto para poner el broche a la jornada.
Es el de Marchica el Apres Ski más popular del país, donde la fiesta nunca acaba y el ambiente es sencillamente inigualable. Se trata de una sala, con terraza exterior, donde divertirse hasta que caiga el sol y disfrutar de una copa tras la larga jornada esquiando con música en directo.
Está situado a pie de pistas, en la zona de Sextas, y ofrece un paisaje espectacular como telón de fondo: los picos de los Infiernos asoman tras la urbanización de Formigal y, a escasos metros de la terraza, el bosque, la nieve que tanto apasiona a los esquiadores y las montañas de la estación de Formigal. Marchica se inauguró en 2009 y desde entonces no ha hecho más que crecer. Es una de las señas de identidad de la estación, uno de los atractivos que hace que muchos de los clientes apuesten por la gran estación del valle de Tena.
Como también grande, especial e inacabable parece el descenso de 9Km. Es el más largo de España -supone bajar todo el desnivel esquiable de la estación de Cerler, por encima de los 1.100 metros- y se encuentra destinado a cualquier esquiador de nivel medio y familias. El recorrido parte desde la zona más alta del centro invernal, a más de 2.600 metros en un descenso que se alarga en la cota 1.500, junto a la cafetería Remáscaro de Molino.
Con reserva previa y como una de las experiencias que, a buen seguro, causarán tendencia en el mundo del esquí, la pequeña cabaña, denominada La Glera ofrece uno de los planes más exclusivos de Formigal. Hasta ella, para disfrutar de una preciosa cena de hasta 18 personas, se accede exclusivamente en ratrack -máquina pisapistas-, con la posibilidad de degustar carnes a la brasa, potaje montañés, cervezas enfriadas en la nieve o una amplia carta de los más exquisitos vinos. Sin duda, una de las mejores formas de combatir el frío invierno.
Y es que cada cual tiene su manera de disfrutar en Aramón, y Safari 10 mil es un reto de resistencia que merece la pena probar si uno es amante de los deportes de nieve. Una dura jornada que no cualquiera puede lograr y que, además, Cerler acredita a quienes lo finalizan con un valioso diploma. Este reto, que da comienzo en el telesilla Molino de Cerler, consiste en realizar 10.000 metros de desnivel en un día sin repetir una pista. Sus 45 trazados, clasificados desde verdes hasta negros, indican en buena medida la dificultad y el nivel de exigencia del mismo.
Para conocer la estación de Cerler de una forma diferente, nada mejor que hacer un recorrido de la mano de los embajadores. Los lunes, sábados y domingos, a las 10.30, comienza su recorrido por las pistas. De su mano, los esquiadores conocerán la historia de estas pistas, dónde está la mejor vista y otros secretos de una estación de esquí que se ha convertido en uno de los motores de desarrollo del valle.
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