Un gran sueño para Grandvalira

Muy cerca de allí, el panorama cambiaba lo suficiente como para pasar jornadas interminables acabando. La nieve de Grandvalira conquistó a los amantes del deporte invernal prácticamente desde el primer día, antes de que diciembre hiciera acto de presencia y se mostrase al mundo como uno de esos destinos mágicos que solo se encuentran en el sur del continente europeo. Por eso, siempre se le ha considerado como el gran dominio de esa zona. Aún con la presencia de una excelente competidora como Vallnord.

Más de 200 kilómetros

Durante las navidades, la estación que ofrece esa interesantísima competición de velocidad conocida como Kilómetro Lanzado en la que esquiadores profesionales buscan superar velocidades astronómicas, ya alcanzaba los 200 kilómetros de extensión en sus pistas. En ellas, las condiciones eran simplemente espectaculares. Sin duda, el mejor reclamo posible para los aficionados, llegados de muchas partes de Europa.

Superado el invierno con muy buena nota, tocaba afrontar la Semana Santa, un momento duro en otras campañas. Nada más lejos de la realidad, pues volvieron a ser jornadas en las que se ofrecía más del 90% del dominio combinado con el sol y unas buenas temperaturas que invitaban a llenar las terrazas tras disfrutar de la nieve primavera que se acumulaba en el Principado. Con unos espesores envidiables.

Tras prácticamente cinco meses de apertura continua, no podía quedar mejor sabor de boca a la estación, que se despedía durante este inicio de semana dando las gracias a todos los que la han visitado y ayudado a seguir creciendo un poco más. Y es mucho, pues hace tiempo que se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para deleitarse con los descensos y las numerosas posibilidades que ofrece. Grandvalira es mucho más que esquí y nieve. Y una campaña más lo han vuelto a demostrar.