Un corto comienzo para Salamanca

La poca afluencia de esquiadores en sus pistas tampoco resultó ser un obstáculo en el centro salmantino, que permaneció abierto durante las jornadas del viernes y el sábado, esperando remontar números durante la semana. Lamentablemente, no será posible, pues se vieron obligados a cerrar temporalmente sus puertas por el temporal de lluvias que acechó a la estación.

A la espera de precipitaciones

El domingo ya no se pudo acceder a sus dominios y el alcalde de la localidad, Alejo Riñones, lamentaba la situación: «No hay ninguna previsión de abrir, hay muy poca nieve y no se puede ni pisar, porque se hace barro, así que ni pensar en esquiar». Al menos, las posibilidades pasan por acudir a jugar con la nieve o realizar una visita turística, ya que sus negocios hosteleros se mantienen abiertos.

Las temperaturas, que superan los 10° durante la semana, tampoco favorecen a la aparición de buenas noticias para un centro montañoso que vuelve a vivir momentos difíciles, justo después de la gravedad de la crisis pasada. Sin apenas oro blanco en sus pistas, parece complicado que Béjar vuelva a recuperar la sonrisa en este mes de diciembre, en el que las Navidades se acercan.

Las puertas volverán a abrirse lo más pronto posible, en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan, y en el territorio salmantino están preparados para remontar la marcha de otro curso que ha comenzado torcido. Aún se espera que lleguen buenas noticias en los próximos días.