Las lesiones, el peligro del esquí

Pero, como el resto de deportes, también guarda sus riesgos, muchos de ellos realmente serios, como son las lesiones. Algo que desgraciadamente se encuentra muy unido con el esquí, debido a las constantes imprudencias, o a la aparición de un medio que es tremendamente hostil.

Las lesiones más comunes en los esquiadores se sufren en la rodilla. Una articulación complicada y expuesta a este tipo de problema, pues es la que soporta todo el peso cuando se está de pie, en la que son habituales las contracturas, los esguinces e incluso los problemas de menisco. Uno de los puntos más peligrosos es la cabeza, puesto que en ese punto pueden ser de extrema gravedad. El uso del casco, cada vez más extendido, minimiza las consecuencias en este tipo de accidentes.

Así como la importancia de conocer el trazado por el que nos movamos o la preparación física, uno de los puntos clave. Suelen ser los más expuestos a este tipo de riesgos aquellos que acuden a las estaciones de esquí con una escasa o inadecuada preparación. Los ejercicios aeróbicos, combinados con resistencia, fuerza o equilibrio son muy aconsejables. Además, es muy importante realizar un calentamiento antes de esquiar que permita al usuario romper a sudar, para comenzar a esquiar de manera muy suave.

El descanso en las sesiones cada cierto tiempo es algo siempre recomendado por expertos, y se debe de tener en cuenta, pues ayuda a que la musculatura y las articulaciones se relajen. Son algunos de los consejos que desde las estaciones españolas se ofrecen a todos aquellos usuarios que desean acudir a las pistas de esquí con ganas de disfrutar de una jornada sobre la nieve.