Siguiendo los pasos de la realeza

Cuenta el profesor de la Universidad de Valladolid, el riojano Miguel Ibáñez, que el ahora conocido como Camino Real o Camino de Nájera «en la documentación medieval era denominado La Carrera, y era la principal vía de comunicación entre la corte najerina y los monasterios emilianenses».

También relata que por este camino transitaría «la reina Toda, que gobernó durante la minoría de edad de su hijo García Sánchez I, para asistir al acto fundacional del Monasterio de San Millán en Suso, que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo X, y donde tras su muerte fue enterrada».

Asimismo añade que por él «se desplazaría Sancho III el Mayor para participar en la santificación de San Millán celebrada en el año 1030 en Suso, en compañía del obispo de Nájera llamado Sancho y en Suso les esperaría Sancho el abad del monasterio». Otro tanto ocurriría «con el rey García el de Nájera, que junto a su esposa, doña Estefanía de Foix, acudió a Suso con la intención de llevarse los restos de San Millán a Nájera», suceso que dio lugar a la leyenda de que milagrosamente los bueyes se quedasen parados en el lugar donde más tarde se levantaría Yuso.

Pues bien, si poder caminar sobre las huellas dejadas por la realeza y la nobleza del antiguo Reino de Nájera-Pamplona no es suficiente aliciente para cubrir los 17 kilómetros de trazado, está también el atractivo de que, comenzando en uno u otro punto, es de rigor visitar los cenobios.

El de Santa María la Real es uno de los principales monumentos de La Rioja, cuna y sepultura de reyes, que dispone de otros atractivos más que son suficientes para dedicarle unas horas y empaparse de su historia y belleza.

Los de Yuso y Suso en San Millán de la Cogolla, más allá de ser la cuna de la lengua castellana tampoco son mancos a la hora de derramar capítulos de historia y enormes dosis de belleza en cuanto a su arquitectura y arte.

Es por ello que, parafraseando al rey Enrique IV, a quien se le atribuye la frase 'París bien vale una misa', podríamos decir que el Camino Real bien vale un buen paseo.