Montañas olímpicas

La III Rioja Ultratrail, organizada por Ferrer Sport Center se celebrará los días 21, 22 y 23 de abril (el fin de semana posterior a Semana Santa), con sendas etapas en Logroño, Nalda y San Millán de la Cogolla. Los tres recorridos son diferentes a los de la primera edición y solo uno igual al de la segunda, procurando aminorar los largos desplazamientos por carretera de otros años sin mermar el atractivo deportivo y turístico de la convocatoria. Hasta 600 participantes se esperan en la salida.

Solo repite la primera etapa, la contrarreloj vespertina del viernes de 13 kilómetros con salida desde la bodega de La Grajera y llegada en las instalaciones deportivas de Pradoviejo. El pico del Águila (pico La Sala en realidad, 668 m.) y monte La Pila (567 m.) son las cotas que destacan en el perfil de esta etapa rápida y eminentemente técnica, con complicadas trialeras tanto de subida como de bajada.

Esta etapa ya sustituyó el año pasado a la inaugural de la primera edición, entre Haro y San Felices de Bilibio, trayendo a la capital riojana el arranque de la Ultratrail. Incluida en el Circuito de Carreras de Logroño, es la única prueba a la que también se pueden inscribir participantes que no vayan a disputar las otras dos etapas, más exigentes por separado y en conjunto, lo que fomenta la participación.

Del Iregua a la Demanda

Sí cambia la segunda etapa, después de dos años cubriendo el GR entre San Román de Cameros y Enciso, un recorrido que, si bien gustaba en lo deportivo, siendo lineal y no circular complicaba mucho los desplazamientos y añadía el cansancio de varias horas de carretera. En esta ocasión, la carrera se traslada a Nalda y las estribaciones de la Sierra de Cameros más próximas a Logroño. Las ruinas del castillo de la localidad serán salida y meta de una jornada que también se prevé preciosa, con un interesante y duro recorrido de 24,7 kilómetros con pasos por Peña Bajenza (941 m.), Peña Saida (1.372 m.) y Serrezuela (1.334 m.).

La dura subida a Peña Bajenza, de casi dos kilómetros con un 35% de desnivel, y el vertiginoso descenso de Serrezuela por el cortafuegos del Chorrón de San Marcos, serán dos de los tramos más espectaculares de la carrera.

Del Iregua y los Cameros, la Ultratrail pasará en su tercera jornada a la Sierra de La Demanda para que el San Lorenzo (2.271 m.), cima de La Rioja, vuelva a ser el gran, gran protagonista de la última y maratoniana etapa. En esta ocasión será circular, con salida y meta junto al monasterio de San Millán de Yuso y 46,5 kilómetros de enorme exigencia física y gran belleza.

El primer año salía de San Millán y terminaba en Ezcaray, pero en su primera parte acumulaba kilómetros de asfalto que esta vez se evitan. El año pasado se centró en Ezcaray, pero la nieve impidió el ascenso al San Lorenzo y se hizo una travesía alternativa por sus montañas vecinas.

Esta vez, de nuevo en San Millán de la Cogolla, la ruta evitará la carretera de Lugar del Río cumbreando la Sierra de Pradilla por Fragosto (1.647 m.) antes de tomar la larga pista forestal de los collados Artaza y Las Tres Cruces, para coronar el San Lorenzo por su cara sur. El descenso será por Campos Blancos y el portillo de Nestaza, ladeando luego La Cuña y el collado Beneguerra, poniendo dirección a Pazuengos para caer finalmente a San Millán por Suso a Yuso, y respaldar así el vigésimo aniversario de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Será un desafío para los duros atletas de montaña. Allí estarán otra vez campeones como Luis Alberto Hernando y muchos más. Pero ante todo esta es una carrera contra uno mismo que también responde a la otra filosofía olímpica: lo importante es participar.