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Antonio Díaz, 'el Mago Pop', en una foto promocional de 'La Gran Ilusión'. :: stebba osk
«Mi oficio es hacer recordar que nada es imposible»

«Mi oficio es hacer recordar que nada es imposible»

ilusionista

Jonás Sainz

Jueves, 9 de febrero 2017, 10:40

Todo comenzó cuando, siendo niño, un amigo extrajo una moneda de detrás de su oreja. Ahora llena los teatros con 'La Gran Ilusión', quizás el espectáculo de ilusionismo de mayor éxito de todos los tiempos en España. En Logroño, donde debido a la expectación hubo que ampliar de cinco a siete las funciones programadas en el Bretón (desde hoy, a las 20.30 h., y hasta el domingo), será visto por cerca de siete mil personas. Está inspirado en la película 'El show de Truman' y combina magia de cerca con juegos de manipulación, magia visual, magia tecnológica, grandes ilusiones y una teletransportación. Antonio Díaz (Badia del Vallès, 1986, Barcelona) es el increíble Mago Pop, popularizado a través de la televisión, pero mucho más que eso. Un joven artista con un toque especial.

-Algo que no le habrán preguntado nunca: ¿cómo la hace?

-Ni yo mismo sé explicarlo. Estoy entusiasmado.

-¿La popularidad de la televisión?

-Ha ayudado mucho. Y Discovery tiene esa cosa fantástica de que se emite en más de 150 países.

-Y el espectáculo ha arrasado en Barcelona, en Madrid...

-Sí, mucha gente viene, repite, lo recomienda... Soy el primer sorprendido, pero está siendo muy bonito.

-¿Siente que se pierde algo de magia en un espectáculo tan grande?

-No, es un espectáculo pensado para teatros de más de mil espectadores y su gran secreto es que la magia es muy potente y conecta muy bien con el espectador. No solo tiene que ver con lo espectacular, con lo grande y lo increíble. Hay cosas que sí son así y están muy bien. Pero también hay espacio para la magia de habilidad y el público reconoce que detrás de eso hay mucho trabajo.

-Usted empezó con espectáculos cara a cara con el espectador. ¿Qué distancia le gusta más?

-Las dos me gustan muchísimo. Toda mi vida he hecho esa magia cercana y es en lo que más experiencia tengo. Pero también estoy disfrutando en estos teatros cada vez más grandes donde puedo desarrollar la magia como arte escénico y hacer espectáculos capaces de trasladar emociones, no solo ilusión.

-Creo que integra en el espectáculo su formación en arte dramático, humor y su afición por la música.

-Sí, creo que la magia tiene mucho que aprender del teatro y los grandes musicales. La magia tiene la capacidad de ser un espectáculo total. Tiene de todo: puesta en escena, música, iluminación, sorpresa... Y tiene la capacidad de llegar a todo tipo de espectador.

-¿Cómo conviene acudir a ver 'La Gran Ilusión'?

-De todas maneras. Está el que va a dejarse llevar y a pasar un buen rato y quien se lo toma como un reto intelectual o a ver si pilla los trucos...

-¿Quién lo pasa mejor?

-A mí me gustan los dos. Creo que lo pasa mejor quien se deja llevar desde el principio, pero también es un desafío ver al que te intenta cazar.

-¿Y le cazan?

-Hay un momento muy chulo cuando el espectador más escéptico termina diciendo, bueno, no entiendo cómo ha pasado pero me encanta.

-¿Explica sus trucos?

-Nunca. El secreto en lo que hacemos es la clave.

-¿Cómo los crea? ¿Los aprende, los inventa?

-Las dos cosas. Me gusta versionar clásicos y ponerme nuevos desafíos.

-¿Cómo se crea una ilusión?

-Primero te preguntas lo que te gustaría hacer, por ejemplo: me voy a teletransportar a Nueva York. Y luego buscas las técnicas mágicas para crear esa ilusión, la magia, la puesta en escena, la música, todo.

-También utiliza smartphones y tablets. ¿La esencia es la misma o también la técnica se renueva?

-Me encanta la magia tecnológica. Las técnicas se renuevan gracias estos elementos que ofrecen una ventana nueva de posibilidades. A mí me encanta buscar lo último y también seguir utilizando lo clásico con una herramienta nueva; así el juego también es otro.

-¿Cuáles son sus maestros?

-A nivel internacional, David Copperfield, por su manera de hacer y de entender la magia. Él ha conseguido que la magia sea un gran show que pueda vender más entradas que Elvis o Madonna. Y a nivel nacional el gran Juan Tamariz, el gran maestro con cinco o seis décadas trabajando y un ejemplo para todos.

-Bueno, aquí hay que poner música de violines.

-Sí, él tiene un estilo propio y transmite esa pasión como nadie.

-Dice Tamariz que los magos son muy majos. ¿Es verdad o hay pique entre ustedes?

-[Risas] Sí, por lo general somos buenos colegas.

-¿Asistimos al resurgir de la magia?

-Dicho así parece de Star Wars [risas]. Pero sí es cierto que vivimos un momento dorado. Y creo que lo mejor está por llegar porque la magia tienen unas posibilidades enormes.

-¿Algún susto con algún truco?

-El riesgo principal es que se revele el secreto, por eso trabajas con mucha concentración para que salga bien. Lo que hacemos es muy bonito mientras no se vea cómo lo hacemos. Pero también hay un cierto riesgo físico y, sí, algún sustillo sí que ha habido.

-Con tanto éxito, ¿se ha llegado a sentir como el Truman de la película?

-Al principio, sí. Pero lo bueno que ha tenido es que hemos podido crecer como compañía y hacer cosas más grandes.

-¿Cuántos son?

-Más de veinte personas. Incluso tenemos un departamento de I+D para desarrollar ideas.

-O sea que finalmente aprendió a hacer salir dinero por las orejas.

-[Risas] Tienen que salir muchas monedas para estas grandes producciones tan complejas. Lo mejor de todo es que al poder hacerlo por ti mismo disfrutas de toda la libertad.

-¿Su siguiente objetivo es girar por el extranjero o hacer otro show?

-Las dos cosas. Estamos trabajando en un nuevo espectáculo, 'Nada es imposible', y el reto es llevarlo a Estados Unidos.

-¿Un gran truco soñado?

-Me encantaría poder hacer un juego que involucrase a todo el mundo desde su propia casa que hiciese vivir la magia en primera persona. Estamos trabajando en algo así y creo que algún día lo podremos hacer.

-¿Alguien a quien hacer desaparecer o por lo menos serrar un poquito?

-[Risas] Hay muchas cosas, pero yo siempre soy políticamente correcto y no me voy a mojar.

-¿Hay que ser iluso para tener ilusión?

-Al revés, hay que ser muy inteligente para disfrutarlo de verdad.

-Defina magia.

-La magia es la vida misma, poder estar aquí disfrutando de la vida sin saber muy bien por qué. La vida es mágica y mi oficio, que es mágico, aunque en minúsculas, consiste en hacer recordar que nada es imposible. Es un arte inspirador llevarte a esas sensaciones que tenías cuando eras niño y creías que todo se puede.

-¿Teme que se agote algún día?

-La verdad es que todo esto está siendo muy intenso y desgasta. Pero creo que la magia es infinita y que siempre habrá nuevas ideas e ilusión.

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