La feria del tesoro

El director general de Calidad Ambiental, José María Infante, y el alcalde de Soto en Cameros, Pedro Cristóbal, han presentado hoy, en una rueda informativa, la Feria, con la que se desea acercar a los ciudadanos el atractivo gastronómico de la trufa y ofrecer distintas propuestas de ocio y tiempo libre.

Infante ha detallado que la trufa es un recurso natural que tiene una especial trascendencia en la economía y el turismo de la Reserva de la Biosfera de La Rioja, dado que proporciona una alternativa económica en el medio rural riojano y contribuye a la conservación y a la protección del medio ambiente en la región.

El programa diseñado trata de mostrar las numerosas posibilidades culinarias de este producto, para lo que se ha organizado una degustación de huevos fritos trufados con boletus y un guiso camerano trufado, así como una demostración en directo por parte de los cocineros del Cooking Team.

La oferta se completa con un mercado de artesanía y la tradicional venta y exposición de trufas y otros productos de la Reserva de la Biosfera, como embutidos, quesos, dulces y aceite de oliva.

El apartado lúdico de esta cita incorpora como novedad una ruta guiada por la "ruta del silencio" de Trevijano, que, a través de una aplicación para teléfonos móviles, permite escuchar la interpretación de diferentes sonidos de la naturaleza; que se añade a la habitual marcha senderista por el cañón del río Leza y la visita guiada por la localidad serrana.

También se mantiene la habitual demostración de búsqueda de trufa con perros adiestrados, que suele despertar especial interés entre vecinos y visitantes, que en ediciones anteriores ha llegado a reunir hasta 5.000 personas.

El alcalde de Soto ha indicado que también se organizará por primera vez una sesión de relatos relacionados con la historia y el erotismo ligado a la trufa, a cargo del grupo Zarándula; y durante las dos jornadas de la feria se podrán disfrutar tapas y menús que incluyen sugerentes propuestas con productos trufados.

Infante ha recordado que el Gobierno de La Rioja impulsó la introducción del cultivo de la trufa en la sierra riojana y, en especial, en la Reserva de la Biosfera, con el propósito de proporcionar una alternativa económica en los núcleos rurales, diversificar la producción agraria y contribuir al crecimiento de los pueblos de montaña.

Este recurso natural aporta beneficios medioambientales, ya que ayuda a la conservación de la superficie forestal en la comunidad autónoma, ha dicho.

Sus datos indican que, durante los últimos diez años, se han invertido más de 300.000 euros para recuperar 80 truferas naturales y se han acondicionado 14 plantaciones experimentales, que ocupan una superficie de 17 hectáreas en 12 municipios riojanos de la Reserva de la Biosfera.

Se ha prestado asesoramiento a más de 300 propietarios sobre la idoneidad de los terrenos para estos cultivos y las labores que son necesarias para su correcto mantenimiento. EFE.