DEPORTES

El camino del éxito

El Darien ha conseguido en sólo tres años pasar de la nada a la mejor liga del mundo

PABLO ÁLVAREZ

Domingo, 7 de mayo 2006, 02:00

No ha sido, obviamente, un camino fácil. Pero el Ciudad de Logroño ha tenido la virtud de hacer que lo pareciera. En un momento en que el fútbol se hundía más y más víctima de sus propias debilidades, el balonmano supo aprovechar su oportunidad.

Publicidad

Empezando desde lo más bajo, pero aspirando a lo más alto. Así, el bloque nació en Primera Nacional, pero contando ya con un apoyo institucional y de patrocinadores -primero Cajarioja, después Darien- suficiente como para optar desde el principio a más.

Muy pronto se tomó una decisión clave: poner el proyecto en manos de Alberto Suárez, un entrenador que apostó. Vino de entrenar en Asobal con Alcobendas y se fió de un proyecto nuevo en Primera Nacional, una especie de segunda B del balonmano.

La llegada de Suárez fue clave. A su alrededor se conformó un equipo con una fuerte base riojana para intentar, desde el primer momento, el ascenso a la División de Honor B.

En aquel primer año se evidenció que el club iba a contar con un apoyo popular sorprendente para un deporte como el balonmano, con una base de cerca de un millar de personas que ha ido aumentando poco a poco en los años siguientes.

El Ciudad de Logroño se quedó con la miel en los labios aquel primer año, al no poder ascender a División de Honor B. Al final lo consiguió, pero en los despachos. El equipo -ya denominado Darien- se tomó el año siguiente como una etapa de consolidación. Afianzarse, conocer la categoría, tomar impulso.

Publicidad

Y el año siguiente, saltar. Con la base de jugadores del año pasado, más unas cuantas incorporaciones de categoría, el Darien se preparó para asaltar la Asobal. Ha habido que sufrirlo. Pero ya está.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad