'Unbreakable Kimmy Schmidt' se va sin hacer ruido

-«Hace unos días que se emitió final».

- «¡Ah, pues vale!» o «Sí, estuvo bien».

'Unbreakable Kimmy Schmidt' tuvo una cosa clara desde el principio: sólo era apta para fans de Tina Fey. Por suerte para ella, su tipo de humor gusta a muchos. O asumes este principio o nunca llegará a entusiasmarte por mucho esfuerzo que le pongas. Es, incluso, mucho más Tina Fey (si esto es posible) que los inicios de '30 Rock'. Y ello a pesar de que en esta última tanda de episodios se ha reducido notablemente la mordacidad buscando un final feliz para todos sus personajes. Son capítulos acelerados, como si la decisión de ponerle un cierre hubiera llegado por sorpresa, en los que Kimmy tiene ¡al fin! que publicar su libro, Titus actuar ¡al fin! en 'El rey león', Jacqueline encontrar ¡al fin! el amor, y Lillian... seguir fiel a Lillian.

Este apresurado ritmo lo hacen coincidir con la 'desaparición' de Kimmy Schmidt (Ellie Kemper), convertida en un personaje secundario cuya función en esta obra es guiar a sus amigos hacia su 'happy ending': Jacqueline (Jane Krakowski ¿¡aún no tiene Emmy!? protagoniza un ingenioso gag sobre sillas invisibles junto a su futuro amor, un personaje ciego (Zachary Quinto) que 'no la quiere' por su belleza; Titus (Tituss Burgess) y Mikey (Mike Carlsen) terminan juntos tras un enrevesado guion que parece sacado de una de las películas románticas que protagonizaron Julia Roberts o Meg Ryan en los 90; y Lillian (Carol Kane), queriendo convertirse en fantasma de la ciudad contra la gentrificación, nos deja uno de esos debates morales que Tina Fey siempre cuela entre carcajada y carcajada.

¿Y Kimmy? Su arco argumental se cierra con una frase pronunciada por un niño que espera su turno para montarse en una atracción basada en el libro de la protagonista (¡WTF!!! Ahora volvemos a todo esto). «Sra. Schmidt, su libro me hace sentir seguro ». ¡Cuántas pocas palabras encierran mejor la esencia de la serie! Y lo hacen con una mezcla de desgarro, sastifacción y dulzura. Ahora rebobinemos un instante: el pasado traumático que empezó en un zulo concluye en un parque de atracciones de Universal Studios entre coches de choque y con un bestseller bajo el brazo, el que cuenta su experiencia en el bunker. Y Lisa Kudrow, su madre, con quien se reúne la protagonista para planificar un presente y futuro juntas.

Ha sido una buena serie. Con los lógicos altos y bajos, 'Unbreakable Kimmy Schmidt' ha dado a sus menguantes seguidores lo que esperaban de ella. Un capítulo final menor no puede servir de enmienda a la totalidad porque ahí quedan las proclamas #MeToo, los discursos en favor de la tolerancia y respeto al diferente, las críticas Trump y la campaña contra la pérdida de identidad de la ciudades.

Para aquellos que mantienen que 'Unbreakable Kimmy Schmidt' ha tenido un final abrupto, cautela. Es posible que el cierre llegue en las salas de cine si atendemos a las declaraciones de su cocreador, Robert Carlock: «Sería muy divertido. Aunque parezca que hemos dado un final para todo, quedan historias por contar». La campaña de 'Cuatro temporadas y una película', al más puro estilo 'Community', ya ha comenzado.

¿Y para los amantes de Tina Fey? Pues cerrada esta etapa ya son muchos los que creen que su otra serie, 'Great News' podría ocupar el hueco dejado y así insuflarle una vida extra.

¿Y para todos los demás? Tarea: ver el lado alegre de las cosas. #KimmyRules.

La segunda parte de la cuarta temporada de 'Unbreakable Kimmy Schmidt' está disponible desde el 25 de enero de 2019 en Netflix