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El inicio de la serie 'Sweet Tooth: El niño ciervo', una de las últimas sorpresas de Netflix, puede parecer oportunista. Un virus se extiende por todo el mundo, amenazando a la civilización con su aniquilación, como en la visionaria 'Contagio'. La premisa conecta ... con la actual pandemia, pero se debe en parte debe a una gran casualidad. El inicio de la producción coincide con el auge del coronavirus el pasado año, pero es bastante habitual encontrarnos con este planteamiento distópico en el género fantástico y de terror, sobre todo en su vertiente más apocalíptica. Tirar de un comienzo así coloca de inmediato al espectador en su sitio. Ahí está la reciente 'The Stand', basada en el libro de Stephen King, sin ir mas lejos (disponible en el catálogo de Starzplay). Aparte, el estreno que nos ocupa parte de un cómic homónimo que ya tiene su tiempo, escrito y dibujado por Jeff Lemire, uno de los creadores más prolíficos del actual panorama del arte secuencial, con una exultante carrera como guionista. La serie limitada de historietas de partida fue publicada por el sello Vértigo de DC Comics, especializado en el público adulto (ECC lo edita por estos pagos). Cuenta las peripecias de un chico ciervo, un híbrido que nace justo cuando la humanidad está en peligro sufriendo las consecuencias de la epidemia mortal antes mentada. No es el único sujeto que muestra características propias de un animal en su físico, en este caso una llamativa cornamenta y unas orejas peludas. Hay otras personas como él que son perseguidas por su condición, un recurso habitual en la ficción en viñetas, explotado hasta la extenuación en títulos de referencia como la saga 'X-Men'. ¿Son estos seres diferentes los culpables de la enfermedad o su posible solución? Ésta y otras incógnitas vertebran una historia de ritmo calmado, preciosista en su imagen, que logra atrapar al espectador gracias a sus entrañables personajes.
Probablemente 'Sweet Tooth', ambientado en un mundo postapocalíptico, es uno de los tebeos más personales de Lemire (Canadá, 1976), creador multipremiado que en 2015 recibió el encargo del relanzamiento de las tres series más populares de Marvel: 'Ojo de Halcón', 'X-Men' y 'Lobezno'. Su trilogía 'Essex County', publicada en un volumen integral por Astiberri, fue destacada en 2011 como la mejor novela canadiense de la década. 'Black Hammer', la serie que guioniza con dibujos de Dean Ormston, se llevó el premio Eisner 2017 a la mejor serie nueva y el Premio del Gremio de Libreros de Madrid al mejor cómic. Astiberri publica principalmente el material que firma para editoriales independientes, series como la propia 'Black Hammer', 'Plutona', 'Descender', 'Gideon Falls'' o la reciente 'Ascender', además de apostar por sus cómics como autor completo, 'Un tipo duro' y 'Royal City'. Su adaptación audiovisual cuenta con el trabajo de Jim Mickle tras la cámara, un interesante aliciente teniendo en cuenta su trabajo personal en películas de género como 'Stake Land', 'Somos lo que somos' o 'Frío en julio', además de pergeñar para Netflix el filme 'El lado siniestro de la luna', cuyo inicio es extraordinario -para caer en picado-, y figurar en los créditos de la estimable serie 'Hap and Leonard', disponible en Amazon Prime Video.
Definida con ironía en algunos círculos como «Mad Max conoce a Bambi», la primera temporada de 'Sweet Tooth', con Robert Downey Jr. en los créditos de producción, consta de ocho episodios de lenta pero placentera digestión, con un prólogo que apela directamente a la emoción. Su personaje protagonista, optimista ante la adversidad, emana humanidad. Empatizar con sus andanzas es inevitable, además de contar con una interpretación excepcional. Con apenas once años, Christian Convery ('Venom', 'Descendants'), con amplia trayectoria frente a las cámaras a pesar de su corta edad, borda un rol difícil, muy similar en su esencia al tebeo de partida. Le acompaña en sus tribulaciones un tipo protector que busca la redención, como ocurre en 'The Mandalorian', que parte a su vez del manga de referencia 'El lobo solitario y su cachorro'. Nonso Anozie, visto en 'Artemis Fowl', encarna al gigante bonachón que ayuda en su viaje en busca de su madre al pequeño rey de la función tras la muerte de su padre. A pesar de contar con algunos momentos que hielan la sangre, con escenas propias del cine de terror, no rechaza el dramón y puede entenderse como una aventura familiar que tira de la fantasía para enganchar a la audiencia.
'Sweet Tooth', traducible como «goloso», se rodó el pasado verano en Nueva Zelanda. La conversión a imagen real se permite algunas licencias en pos del lenguaje audiovisual. Se ha suavizado la trama y se ha prescindido de algunos pasajes oscuros para que su público potencial sea mayor. La violencia no es tan explícita y no hay rastro del prostíbulo que aparece en las historietas. Una voz en off de un narrador interviene al principio y al final de cada capítulo para remarcar información de interés y enfatizar el tono de realismo mágico de esta loable adaptación de las viñetas a la pantalla.
'Sweet Tooth: el niño ciervo' está disponible en Netflix.
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